lunes, 6 de septiembre de 2010

Nuestro Maravilloso Universo.

Hace una par de semanas comenzo una serie en el cable, específicamente en el canal del History y Discovery Channel (al que soy fan, como ya se los había dicho antes); una serie de documentales sobre nuestro Universo, donde dan explicaciones de la formación de éste, sus dimensiones, sus estrellas, el tamaño de ellas, sus diferencias, condiciones, lunas y un sin fin de información que -seamos sinceros- no alcanzamos a comprender del todo. La verdad es que en ocasiones me quedo maravillado sobre todo lo que se sabe acerca de nuestro universo, así como lo que no se conoce y solo se supone; nuestro Planeta Tierra es tan pequeño e insignificante en  comparación con otros, que para el resto del Universo somos casi imperceptibles, las distancias son abismales y el tiempo adquiere otro sentido dependiendo de dónde se este.

En nuestra condición humana no entendemos éste tipo de conceptos y no visualizamos sus magnitudes, porque no tenemos un punto de comparación al respecto, nuestra mente no encuentra con que compararlo para darse una idea, de ahí el hecho que no tomamos conciencia de lo que hacemos hasta que vemos las consecuencias de ello o tenemos que reparar el daño, que por lo general, es cuando  ya es demasiado tarde.

El Universo es tan extraordinario como caótico; siempre esta en movimiento, siempre hay caos y no deja de avanzar o de modificarse. La concepto de estabilidad que tenemos no existe para el Universo, puede tener etapas de acomodo, de re-diseño, de explosión, de cambio, pero jamás de paz total.

Hace unos días veía con asombro que nuestro planeta se encuentra dentro de la Zona de Habitabilidad dentro del nuestro Sistema Solar, y se mencionaron todas las características con las que cuenta nuestro planeta; por ejemplo, el tamaño del planeta Tierra, la existencia de placas tectónicas en ella, el que exista agua, aire, atmósfera, corrientes marinas y hasta la importancia de la existencia de una Luna, que regula el movimiento de nuestro planeta haciendo de él un planeta mas estable, entre otras cosas...

Ante toda ésta información, no me queda mas que creer que, aunque difícil de demostrar y en contra de toda lógica de la ciencia, todas estás condiciones son producto de algo celestial y divino, el equilibrio perfecto para poder albergar vida no es producto de la casualidad, son demasiadas cosas que atender y nada puede quedar fuera de la perfección que se necesita para poder generar la vida, pues aunque posiblemente existan en éste Universo mas planetas capaces de albergar vida como el nuestro, las distancias nos hacen imposible el poder comprobarlo. Así es que estimado Stephen Hawking, aunque respeto mucho su trabajo y mi conocimiento no tiene comparación con el suyo, lamento informarlo que difiero mucho de su punto de vista...


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