lunes, 27 de septiembre de 2010

Carta de Liberación #4...

Su nombre fue Karla... la conocí en mi paso por la secundaría; ella era de mi grupo (el "F"), una de las chicas con las cuales hacíamos ronda mis amigos y yo, ella era del "grupito" al que pertenecíamos. Una chica tranquila y amable, siempre con una sonrisa en su cara y de esas personas que caen bien, lógico no siempre estuvimos de acuerdo, pero pues quién siempre lo esta...

Ella era una chica muy especial, era la intermediaria cuando había discusiones entre compañeros y la que siempre, si no tenía la palabra adecuada, por lo menos tenía el silencio necesario. Ella como muchas otras personas formaron lo que ahora soy, con sus pro's y contras. 

Recuerdo que era una niña de cabello chino -la verdad que no sé mucho de el como describir a las personas- al hombro, por lo mismo siempre lo traía recogido, su nariz era de bolita, y tenía una vos como cuando estás medio engripado o mormado, delgada y pues con un cuerpo en desarrollo... de adolescente, ni muy-muy, ni tan-tan. 

Era una buena amiga...

Al pasar a preparatoria, ella junto con otros compañeros encontraron cabida en la preparatoria de "moda" en aquel tiempo y siguió teniendo contacto -por obvias razones- con ellos; yo la verdad que les perdí un poco la pista pues nuestro único lazo era mi novia en aquel tiempo y después de terminar con ella o ella conmigo (a decir verdad, creo que nunca terminamos...) pues ese pequeño y delgado lazo termino por cortarse. En alguna ocasión la vi por los pasillos de esa prepa, nos saludamos y seguimos con lo nuestro, cada quien por su lado, por su rumbo.

Un Verano estando aún en la preparatoria, tuve unas vacaciones en casa de mis abuelos; el Verano fue bueno y yo gozaba de un nuevo noviazgo que la verdad me tenía bastante entusiasmado en aquel lejano tiempo. La comunicación era complicada y las distancias eran largas, así es que fue difícil comunicarse conmigo para avisarme de que mi joven amiga había fallecido, tuvo un problema que le arranco la vida. Esa noche platique un poco o un mucho con mi novia de ella, de lo buena amiga que había sido y de lo mal que me sentía por no poder estar a su lado, ¿qué podía yo hacer? ella solo atinaba a decirme que no me sintiera mal, que eran cosas que pasaban y que mejor tuviera un buen recuerdo de ella. Esa noche al llegar a casa de mis abuelos y ya en cama, tuve una pequeña "gran" charla con ella; le pedí perdón por no estar a su lado, le dije que la quería mucho y de lo mucho que la iba a extrañar, hay ocasiones en que no sabemos que hacer o que decir y lo único que atinamos es a quedarnos inmóviles, un poco pensando en lo que si y en lo que no hicimos.

Desde esa noche, me gusta pensar que ella se ha vuelto en una especie de Ángel de la guarda para mi, y de vez en cuando platico con ella, le digo que me ayude, que me eche la mano, que me de paz y que la sigo queriendo. Ha sido mi compañera en días de insomnio y de desconsuelo, en días en que no sé que hacer... 

Su tarea en la Tierra terminó muy pronto, su labor fue bien llevada a cabo, por eso es que ella ahora goza de otro status, mas allá de lo terrenal y lo comprensible para nosotros; espero algún día poder volverla a ver, tendremos muchas charlas no concluidas y le daré las gracias por cuidarme tanto tiempo y estar al pendiente de mi y los míos, le daré las gracias por tantos favores recibidos y por ser -desde el cielo- una buena amiga.

Te Quiero Mucho Karla donde quiera que estés...

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