Recuerdo que de adolescente estando yo en la secundaría, el prefecto nos decía una y otra vez de lo importante que era conducirse bien al entrar y salir de la escuela, mas si traíamos el uniforme o donde estuvieramos. Eramos imagen de la escuela y por lo mismo teníamos que tener una buena conducta, dentro y fuera de la institución.
En lo personal pues no me costaba nada de trabajo, pues a pesar de contar con la irreverencia de la edad, pues no era un chico de peleas callejeras, quebrar vidrios o cosas similares y los amigos mas cercanos pues no eran tampoco así -quizá por eso aún nos seguimos frecuentando-. Así es que las reglas sin querer, las acataba; había quienes si tuvieron problemas por ello y hasta tuvieron algún tipo de sanción pues fueron reconocidos por algunas personas en conductas "indebidas" cerca de la escuela.
Quizá este tipo de reglas parecían algo extremas estando nosotros mas jóvenes, pero ahora a la distancia creo que toman algo de sentido, pues te hacen parte de algo, eres miembro de la escuela y todos y cada uno de nosotros teníamos que acatar las reglas del juego, reglas que sirven para la sana convivencia de los miembros entre nosotros y con el medio que nos rodea. Hay reglas que quizá no tengan mucho sentido para nosotros, pero supongo que si están sirven para algo.
Algo parecido esta pasando en estos momentos con la Selección Mexicana de Fútbol, pues se ha dicho mucho de que si están o no en su derecho, que si ya habían acabado con la concentración, que si tenían o no permiso, que si..., pero creo que esto va mas allá de si tienen o no la razón; ellos son ejemplo para muchos jóvenes, futuras promesas de nuestro país ya sea en el deporte o en alguna otra actividad y por ello, sus actitudes y acciones deben ser revisadas a mayor detalle. Los jóvenes y niños los toman como ejemplo, ellos no ven las muchas horas que se la pasan entrando, ni lo riguroso que pueden llegar a ser las concentraciones, ellos ven a unos deportistas que no tienen estudios -ojo, no todos, pero si la mayoría-, que se vuelven millonarios, que no tienen reglas, que salen con las chicas que quieren, que fuman, que toman, que se pasean en carros del año, que son "invencibles" y que están mas allá del bien y del mal.
Hay que recordar que el portar la camisa de la Selección debe de verse como una gran responsabilidad, pues hay muchos jugadores que la quisieran, que cualquier deportista, sea cual sea su disciplina, una de sus metas es representar a su país, y aunque no quisiera hablar del "cochino dinero" pero -la verdad- los seleccionados de fútbol, no lo hacen de a gratis, pues el billete que se llevan a la bolsa es bastante mas grande que uno o dos salarios mínimos y que ellos gozan de privilegios que otros deportistas ya quisieran, hay incluso lo hacen por "amor al arte".
No digo que la Federación este bien, pues ellos tienen parte de culpa al permitir este tipo de conductas y no establecer reglas claras y precisas, que sean bien entendidas por los jugadores; tampoco culpo a los jugadores, pues quizá se merecían una reunión después de un juego y antes de ir cada quien a su club, ya sea dentro del país o en el extranjero. Lo que no entiendo y en lo que no estoy de acuerdo es que cada quien, desde su trinchera, utilice las "lagunas" que existen en los reglamentos y la ausencia de una autoridad como la es el director técnico o un directivo con algo liderazgo o carisma. Mas después de haber dado un "espectáculo" como el que dieron ese día y el poco nivel que mostraron; por favor... tengan vergüenza profesional.
Somos adultos y debemos conducirnos con responsabilidad y -¿por qué no?- con clase. No sirve de nada jugar en los mejores clubs del país y del extranjero, si en la primer oportunidad sacamos -como vulgarmente se dice- el código postal.
Espero que ellos entiendan de la responsabilidad que tiene con la juventud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario