martes, 5 de octubre de 2010

No cabe duda... al que madruga Dios lo ayuda.

Después del día tan complicado que viví el día de ayer, pensé que no podríamos mejorar mucho las cosas, pero aún así lo intente desde que amaneció. Hoy por la mañana, me levante antes que sonara el despertador, espere a que sonara, me levante, fui al baño a hacer mi depósito diario y matutino, encendí el televisor y me puse a ver un poco las noticias, me meto a bañar, desayuno, salgo a darle una lavada con agua al carro y empiezo con la rutina diaria; al salir hacía la escuela del mi Ángel, había muchos lugares donde me podía estacionar, la escuela estaba a minutos de abrir sus puertas, al continuar mi camino llego con el tiempo necesario a mi trabajo, al entrar me doy cuenta de que soy el primero en llegar, abro la oficina y empiezo con el encendido del equipo y la limpieza del mismo, llega mi compañero de trabajo y me dice:

- ¿Oye, que ayer se te perdieron $20.00 pesos?
- Si señor, ¿por qué?
- Ayer que nos comentaste y casi al salir pues los encontré en el pasillo"
- Excelente señor, tenía la idea de que se me habían quedado aquí, pero supongo que se me cayeron cuando salí.
- Pues si, pero pues ahí están -mientras los sacaba de la cartera-.
- Muchas gracias Señor, de todas formas son suyos, porque es parte de lo que le debía -mientras saco otro tanto del bolso-
- ¡Ha orale! que bien
- Sale señor, muchas gracias.

No cabe duda de que al levantarte temprano el tiempo te rinde mas y alcanzas a hacer todo en "tiempo y en forma", digo, no es que no lo haya hecho antes, pero creo que con el día que tuve ayer, fue mas que suficiente para entender los beneficios como los del día de hoy.

Son las 10:46 de la mañana en éste momento, y aún queda día por delante, esperemos que nos sorprenda con mas cosas por delante, porque ahora que lo pienso, le he ganado algunos minutos al día. 

;)

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