Tenía alrededor de 11 ó 12 años; mi papá me compró mi primer walkman. No supe bien si era mío o era de él, ya que me decía que me lo prestaba y yo era el único en utilizarlo, quizá era su forma de presionarme para que me portara bien y sino pues me lo castigaba argumentando que no me lo prestaba... qué se yo.
Mucho tiempo después, a mis 16 ó 17 años y gracias a que contaba con beca -y la ahorraba-, es que pude hacer un ahorro bastante considerable, para comprarme lo que fue mi segundo walkman. Éste a diferencia el primero -lógico- era mas moderno pues hasta contaba con la función "auto-reversible" que evitaba que estuvieras cambie y cambie el cassette al terminarse el lado o tener que rebobinar la cinta.
Mucho tiempo después, a mis 16 ó 17 años y gracias a que contaba con beca -y la ahorraba-, es que pude hacer un ahorro bastante considerable, para comprarme lo que fue mi segundo walkman. Éste a diferencia el primero -lógico- era mas moderno pues hasta contaba con la función "auto-reversible" que evitaba que estuvieras cambie y cambie el cassette al terminarse el lado o tener que rebobinar la cinta.
Sinceramente no recuerdo bien la historia, pero creo que fue algo así. Muchos días y noches pase aislado del Mundo gracias a ellos y no es que éste mal o bien estar algo ausente, sino que creo que es una necesidad que también generaba mi corta edad. Era una etapa que estaba generando cambios en mi y me hacía algo inesperado en mis decisiones y acciones.
En muchas ocasiones solía acostarme en la cama, cerrar los ojos y solamente escuchar la música que funcionaba con un domador; supongo que por aquello de que la música calma a las fieras, y aunque rían, todos el algún momento carecimos de sentido común y razón alguna a causa de la edad.
Un Viernes 12 de Diciembre de 1997 por la mañana, estaba acostado, estaba en prepa y ese día solo tenía una clase, el clima era frío y lo único que logre hacer fue abrir un poco las sabanas y cobertores que tenía encima, estirar mi brazo hasta el buró que estaba a lado de mi cama, alcance mi walkman, y lo acerque hacia mi; como el cassette ya lo había estado escuchando toda la noche, encendí el radio y escondido aún bajo la obscuridad que me daban las cobijas, sintonice varias estaciones, buscando una buena música para escuchar... el ruido entre estaciones me daba algo de tiempo para ir recobrando la conciencia poco a poco; de pronto escucho como es que se hacen cortes informativos entre canciones, anunciando el estado de las carreteras y los servicios que estaban disponibles... ¿qué pasa? ¿de que me perdí?
Trato de levantarme y de pronto demasiada luz entra a mi cuarto, supongo que es algo tarde y que es el Sol, que al tener yo mi cama a lado de la ventana, me hace recibir mas luz de la que mis ojos se podían acostumbrar; no, aún es temprano pues mi familia aún duerme y la verdad es que no somos de mucho dormir. Recorro con mi mano la cortina que no hace mas que disimular un poco la luz que entra del patio, ¿qué pasa? de pronto noto que todo es blanco... las noticias que escuchaba en el walkman no eran por algún accidente vial como suponía, no es una manifestación como las que ahora se ven diario en tele, no fue un terremoto el que despertó y alarmo a la población de otro estado, sino era nieve que caía desde el cielo y reposaba sobre todo lo que tocaba... esa fue la primera vez que mis ojos vieron nieve, que mis manos hicieron bolas con ella, y que todos los niños de mi cuadra salieron a jugar, a hacer monos con ella; todo mundo estaba asombrado pues muchos no la conocíamos, gente paseaba en sus carros con monos sobre el techo de los mismo, gente sonriendo por las calles como hace mucho no se ve...
Supongo que el recuerdo existiría aun si no hubiera tenido un walkman conmigo y que también hubiera sido igual de mágico sin él; lo que me llama la atención es que lo recuerdo como parte de ese momento de mi vida, de ese instante. Tengo muy presente como es que eran mis noches y mañanas con el walkman a lado de mi cama y como es que esa mañana especial también me acompaño.
Hoy se termina un poco de esa era, pues hoy el walkman se dejo de producir; quizá muchos pensaban que había desaparecido, quizá hay muchos a los que no les toco, quizá hasta haya alguien que se ría al saber que yo contaba con uno de ellos, pero solo tengo algo que decir... no siempre hubo iPod's y quizá mañana también sean parte de un recuerdo en sus cabecitas que pintan sus primeras canas. El walkman existió para mi y fue parte importante en mi vida, pues era el compañero de camión y de mis silencios, cómplice en mis días de rabia hacia todo lo que veía y no comprendía a mi alrededor, fue como para muchos el primero contacto con una independencia y -¿por qué no?- hasta con una sordera juvenil.
El termino quizá siga sonando por mucho tiempo pues la línea -aunque muy diferente- ahora se refiere a reproductores mp3, pero creo que aunque me acostumbre a ellos, siempre existirá el concepto original para mi... Gracias Walkman...
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