Cuando cree mi primer cuenta de correo electrónico -en el Mundo- no sabía muy bien cómo es que se hacía , nadie me dio consejos de que era bueno y que era malo al hacerla y creo que tampoco nadie se tomo la molestia de explicarlo a mi y a mis compañeros de clase.
El profesor entra y nos dice que quiere que todos los alumnos tengamos una cuenta de correo, que teníamos que utilizar la tecnología -en lo cual coincidía y lo sigo haciendo hasta la fecha- para estar en contacto con el, mandar tareas, recibir tareas, etc..
Todo muy bien, nos dice paso a paso -en uno de los laboratorios con los que cuenta la escuela- el cómo y en dónde sacaremos nuestra cuenta de correo. Al llegar el paso en el que proponemos nuestra cuenta, es donde empezó lo padre... todo mundo piensa y siente que es algo importante, pero bajo diferente óptica; unos hacen sus correos en tono de broma como "elchicuelo@...." -por dar un ejemplo-, otros bastante sobrios eligen algo mas formal pero que rayaba -en aquellos tiempos- en lo ñoño como "ingpalaciosdelosaltospirineos@..." o cualquiera que hubiera sido su apellido; yo me encontraba en el grupo de "tiene que definirme", supongo que es un espacio algo reducido y complicado de explicar, pero era algo como, "no quiero que sea ñoño, pero tampoco un correo bastante pen·$&·sado"... ¿qué correo escoger?...
Por lapso de unos minutos intente con varios, de algunos de ellos me arrepentía y los borraba, otros ni siquiera llegaron a ser tecleados y solo visualizados en mi cabeza, otros -que eran las últimos- pues hacían la prueba de ver si estaba disponible, de esos pues la mayoría me decían el "no esta disponible" y a continuación las opciones posibles, que no era mas que el que pusiste mas un consecutivo, pero eso le quitaba cierta personalidad y se prestaba a malas interpretaciones como "almarosarico69@..." y la verdad que esas cosas si que te marcan de por vida.
En ese tiempo yo estaba algo contento con todo lo que pasaba en mi vida; estaba en la escuela que quería, en la carrera que quería, con la chica que quería, todo estaba saliendo bien y entre cotorreos y amigos pues se me iban las cosas y el tiempo. La música -como en cualquier muchacho de esas edad- te llenaba de adrenalina, de emoción, de ganas de brincar y gritar... fue entonces cuando ocurrió...
"niñobomba80@..."
Vaya que en ese momento me salió del alma y el correo lo acepto, así es que no me vi en la necesidad de buscar mas. Por algunos meses mas ese fue el correo con el cual me enviaban y mandaba las tareas de mis profesores, mis amigos también empezaron a mandarme mensaje por él. Tiempo después -no recuerdo bien- o se me olvido la contraseña o de plano me la mandaron por un tubo cuando la página cambio de dueños, fue comprada. Lo cual agradezco bastante porque no me imagino verme ahora con esa cuenta, digo... la actual con la que cuento no es un ejemplo vivo de la madurez, pero pues pasa un poco mas desapercibido o al menos así lo creo yo.
Supongo que es como cuando uno de joven se hace un tatuaje que demuestre su libertad, forma de ver la vida o lo que en ese momento le pasa por la vida y cuando menos se da cuenta pasan los años y lo que antes era un dragón sobre la espalda, ahora es un perrito sharpey confuso o quizá como una extensión en el lóbulo de la oreja que tiempo después parece solo el aro del perico, pero ahora sin perico...
Deberíamos saber que ese tipo de cosas ahora cobran mucho mas importancia y que se han vuelto parte de nuestra vida diaria y que hablan mucho de nosotros.
En fin... pueden decirme "Niño Bomba"...
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