Hace mucho tiempo vi una entrevista con Xavier López "Chabelo"; en ella el entrevistador le preguntaba cosas sobre su carrera, de como es que llego a ella, como ha sido para él estar tanto tiempo en el gusto de los niños y en sí del público en general. Todas y cada una de las preguntas fue contestada con el típico "agradezco mucho a la gente", "no somos nadie sin el público", etc., pero creo que la frase que mas me gusto fue la siguiente:
"Tengo el privilegio de hacer lo que me gusta, me divierto, aprendo... y me pagan"
Creo que una de las cosas que nos mantiene atormentados en sí a todas las personas que trabajamos, es que pensamos en el beneficio del trabajo como es el dinero, pero jamás nos ponemos a meditar sobre sus bondades, disfrutar en sí de él y entender de la importancia que tiene para la empresa nuestra labor; cada mañana nos levantamos y nos quejamos de lo temprano que vamos, de lo desvelado que nos sentimos y ya hasta estamos pensando en todas sus cosas malas, como pueden ser los compañeros o las actitudes del jefe, sin que el día laboral en sí haya comenzado.
Cuando aprendamos que el trabajo es el que engrandece, comprenderemos que cada pieza que fabricamos, cada componente que hacemos, forma parte de algo mucho mas grande y que en suma todos esos componentes forman en sí a la empresa. No somos las mismas personas que éramos cuando llegamos, hemos pasado por pruebas propias del giro del negocio, nos han puesto retos y quizá hasta nosotros mismos hemos roto los propios, tratamos con gente de la cual aprendemos o que quizá nos respeta por lo que nosotros sabemos; el trabajo debe ser reconocido como nuestra capacidad para crear, no como algo que tengo que hacer para poder comer.
Vivimos en un Mundo que nos llena de necesidades, que cuando pensamos que no las cubrimos, vivimos en la peor de las miserias. No hay trabajo que haga menos a una persona que otra, el trabajo siempre será bueno mientras que se haga con ganas y con el espíritu de hacerlo cada vez mejor.
Frases como "pues hacen como que me pagan y yo hago como que trabajo", son la peor muestra de nuestra mediocridad; si no te gusta tu trabajo, pues cambia a uno en el cual te puedas sentir realizado y deja ese puesto a alguien que realmente lo desarrolle bien y que lo agradezca, para qué ocupas un lugar que no es tuyo y que no lo sientes así. No hay trabajo grande, ni trabajo chico, hay el de nosotros.
Yo diario trato de llegar temprano al mío, hacer lo que tengo que hacer, proponer soluciones a los problemas que se pueden presentar, ser productivo, y al salir de él, quedarme con la satisfacción que hice lo mejor que podía hacer; el día de hoy cuento con una libertad que no tenía en mis anteriores trabajos, no recibo ordenes pues sé lo que tengo que hacer, me organizo, pregunto cuando tengo dudas, aclaro cuando hay algo que tenga que aclarar, me preguntan mi punto de vista y lo mas chido -como dijo Chabelo- me pagan por ello. A pesar de hacer lo mismo que en los otros, a la distancia, creo que me reprocho mas cuando algo no sale como debe, no porque los problemas no se presenten sino porque la experiencia debe de cubrir lo que antes cubría la energía de la novatez.
Hay que hacer nuestro trabajo con orgullo, no con el orgullo tonto de pensar que lo sabemos todo, sino hacerlo con todo nuestro esfuerzo y dedicación, pensar que somos afortunados por tener uno en el cual nos podemos desarrollar como personas, aprender de los demás y enseñar a los que vienen detrás. Pienso y -gracias a Dios- el tiempo así me lo ha demostrado... para la persona que sabe y le gusta trabajar, nunca buscara empleo.
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