Todo niño lleva un "Andy" en el Corazón o al menos así es como salen de fabrica; según el manual de los fabricantes, todo niño viene incluido con una aplicación llamada Andy... ¿qué es lo que hace esta aplicación? pues nada mas ni nada menos que ese toque de imaginación que hace tan mágica la niñez y tan llevadera la madurez.
No sé en qué momento los niños dejaron de salir con ella; quizá por ello las cosas están como están. Sin ella las calles son mas calladas, los parques mas desiertos y qué decir del silencio que dejo aquel niño que lloraba angustiado y desesperado porque su papalote se había atorado en un cable de luz.
Cómo extraño ser niño... quizá no tenía los juguetes mas modernos o los mas costosos; tuve grandes juguetes, pero sobre todo, tuve una buena imaginación que compensaba -por mucho- esas posibles carencias. Cada navidad esperaba ver qué era lo nuevo que me había traído Santa Claus, ahora a la distancia, veo como es que fueron cambiando mis gustos y mis juguetes.
Algunos de mis juguetes aún los conservo y parte de ello es gracias a mi madre, que ha sabido entender que a pesar de que fui creciendo llegaría el día en que necesitaría de ellos. Cada que mi hermano, primo o sobrinos los pedían o jugaban con ellos, ella siempre fue muy clara con ellos "son de tu hermano", "son de tu primo" o un "son de tu tío".
Hace algunos blogs les contaba sobre uno de mis juguetes y como es que me regalaron uno nuevo, el mismo, pero la nueva versión. Se ha convertido en parte de mi colección muy privada. Quizá ya no juego mucho, quizá ya estoy perdiendo la imaginación, pero de repente es bueno recordar como es que algún día tuve un Mundo aparte, muy aparte de esta dimensión.
Ojalá que nuestros hijos, y los hijos de ellos, puedan entender que no es tan necesario el nuevo juguete sino como juegas con el.
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