Hoy por la mañana al dirigirme al trabajo me toma por sorpresa las desviaciones que hay sobre todo el borde del Río Nazas; ya nos habían avisado desde el fin de semana que acababa de terminar y se había mencionado mucho entre semana; las prisas y la rutina hicieron que olvidara tal acontecimiento... El Río Nazas regresaba.
Siempre que llega trae consigo la emoción de ver nuevamente el paso del agua por su cause natural, regresando un poco la alegría de "ver pasar el agua". No sé que misterio tenga oculto el agua que con su pasar, tranquiliza a quien lo ve de cerca. Conocemos de su fuerza y respetamos su inmensidad, pero siempre nos quedamos maravillados con él.
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