jueves, 20 de enero de 2011

Cuando te cuento un cuento...

La verdad es que nunca he sido bueno para contar cuentos; no me considero inteligente para hacerlo, quizá un poco porque mis padres no lo hicieron conmigo -la verdad no lo recuerdo-, quizá por mi condición de hombre, aunque eso me suena mas a pretexto, un poco porque se requiere poder viajar a un Mundo de fantasía y yo tengo demasiado plantados los pies en éste Mundo "real", quizá porque ningún ser mágico me visito por las noches, quizá porque no era necesario...

No recuerdo mucho los cuentos clásicos, aunque podría hablarte durante horas de los personajes de algún comic y la verdad no creo que te llame la atención; tengo la gracia de una papa al contar chistes, siempre me fue más fácil reírme de mi mismo y de algunas cosas que me rodean, me resultaba mas cómodo, sino me crees, pregúntale a quién me conoce, no tengo gracia para ello.


He visto desde lejos como es que tu madre te cuenta cuentos; entiendo la complicidad que puede haber entre madre e hij@ y me tranquiliza un poco, aunque esto me cause problemas en otros aspectos de nuestra relación, algo de celos quizá. Soy menos requerido cuando buscas consuelo y soy tu última opción a la hora de dejar las cosas claras; trato de ser quien te carga cuando el Mundo corre rápido, pero me desespero cuando veo que creces demasiado rápido y no te puedo alcanzar; seré -así lo espero- quien te ayude en tus tareas, pero quizá no compartiré muchos de tus juegos, dejándome las tareas tediosas y no las divertidas.

Un día como muchos otros me diste una tareas bastante complicada...

- Papá, ¿me cuentas un cuento?
- ¿yo hij@?
- si, tu Papá.
- ¿por qué no le pides a tu mamá que lo haga ella?
- porque quiero que me lo cuentes tu.

La respuesta era bastante tajante y sin opción a salidas fáciles. Busqué rápido en mi memoria alguna historia que me fuera fácil de contar, aunque a cada opción que se me ocurría saltaba junto con ella la duda pues no me las sé completas, algunas no las recordaba y otras ni siquiera las conocí. 

¿Qué hacer?...

De pronto improvisé un poco, empecé lento pues las ideas tenían que ser claras y no aburridas, tenía que mantenerte interesad@. Comencé imaginando un poco de lo mucho que Te Amo y como es que te veo con mis ojos de papá. Siempre he tenido en mente de que hay un ser Divino y que tenemos una tarea especial todos y cada uno de nosotros, para eso venimos a la Tierra.

Te conte de un pequeño Ángel que estaba en el cielo, sobre el día en que Dios le pidió una misión especial, sobre dos jóvenes que tenían muchas dudas pero que no dejaron que sus miedos los hicieran caer en pánico, te conté sobre como es que fueron formando un ser a base de "masita de Amor", de lo mucho que necesitaban a ese bebé, de lo mucho que fue esperado, de lo perfecto que fue a la hora de nacer, de su olor, de su figura, de lo orgulloso que hizo sentir a su papá al verlo por primera vez; te conté de su sonrisa por las mañanas después de estirar todos sus músculos al despertarse, de lo feliz que los haces sentir... 

Sonreí al saber que te había gustado, quizá un poco porque adivinaste que hablaba de ti o quizá por la duda de saber si eso era cierto. Ahora cada que me lo pides solo te pido que te pongas en "posición de cuento" que es sobre mi pecho, mientras que te acarició con mis manos y trato de imaginar todo lo que te cuento y de paso respiro tu maravilloso olor de bebé. En ocasiones doy mas detalles, en otras me fijo en otras cosas, cada vez el cuento es diferente aunque lo único que no cambia es que siempre estoy hablando de ti...

Te Amo Ángel, y espero siempre tener un cuento para ti...

1 comentario:

.::EP::. dijo...

Eso de los cuentos desde niña siempre me ha gustado, mientras leia pense en regalarles un libro de cuentos por el cumple del angelito que tienes en casa, pero al descubrir el final del texto me di cuenta que eso de contar historias te va muy bien.
No necesitas leer un libro de historias de fantasia, porque la mejor historia que puedas contar es la que vives cada dia, se que esa historia que cuentas con tanto amor llegara a tener su final feliz, como en los cuentos de princesas.