miércoles, 11 de noviembre de 2020

El faro...

 Estando en mi típica rutina de Lunes a Domingo, me tomo un leve respiro de todo ello; entre listas de pendientes y cosas por hacer, hojeo redes sociales permitiéndome ver que hacen mis amigos y conocidos; así es que veo de principio a fin fotos de lo que dicen, de lo que hacen y de lo que comparten... de pronto veo una foto que me saca de mis casillas... una foto en la cual aparecen tres de mis mejores amigos...

No estoy yo y no soy parte de lo que en ese momento están viviendo; están de viaje y no supe en qué momento se fueron y lo peor es que no fue requerido en ello, no fui invitado, consultado o por lo menos tomado en cuenta.

Siento como se me suben los colores al rostro y una envidia comienza a invadirme... me digo "y yo como tonto aquí haciendo mi MÁXIMO esfuerzo"; de pronto, todo empieza a carecer de sentido, no tiene caso todo lo que hago, si es que no puedo darme el lujo de disfrutar de los momentos que puedo compartir con la gente que me rodea, a la gente que amo y que están siempre presentes en mi vida.

Dentro de ese arranque, siento toda una gama de emociones... que van desde los celos, la incomprensión, hasta la insatisfacción del carente valor -aparente- de todo lo que hago.

Vuelvo a respirar, porque mi concepto de responsabilidad me obliga a seguir adelante, no por ello dejo de estar intranquilo, me digo "es que yo debería estar ahí... con ellos", pero sigo trabajando completamente desquiciado y con una nueva hambre de acabar pronto lo que estoy haciendo, como si con ello, pudiera yo salir de mi casa, subir a mi auto, marcar por celular, preguntar "dónde están?" y en dos o tres horas, estar con ellos abrazándolos y tomando una nueva foto con el título "me tarde... pero llegué"... pero no es así, sé que no puedo hacer eso, no tengo y no me doy esa pequeña/gran libertad. Vuelvo a respirar profundamente.

Pasan los días...

Poco a poco tomo mi calma y mi ritmo normal de vida, han pasado un par de días y entre tantas cosas que hacer, dejo de lado todo aquello...

En esa misma semana -entre semana- dos de ellos (en diferentes días) llegan a mi casa; yo no saco el tema, pues -aunque me duele- trato de seguir como si nada en nuestra relación de amigos; me dicen como les fue -cada quien por su lado- en su viaje, me dan detalles de lo que hicieron y de su peculiar punto de vista sobre todo ello. Yo, no hago mas que reír con ellos y seguir la charla de lo mas normalmente que me es posible... es entonces cuando sin querer, cada quien por su lado, me da una nueva perspectiva... "cómo ves... tu qué piensas...?" y es cuando yo caigo en la cuenta...

Todos en la vida, tenemos una tarea en del Crew al que pertenecemos, todos cubrimos un "rol" en la manada a la que hemos decidido -por cuenta propia- estar, de la que somos parte. Yo quizá no soy el amigo "viajero", con el que comparten cierto tipo de aventuras, cierto tipo de desafíos; pero soy el punto de referencia al que acuden cuando una cosa "realmente importante" pasa, alguien que saben que estará como "tonto" en el mismo lugar, algo certero dentro de su ajetreo diario, dentro de las inclemencias de su vida, algo que les dice "ya estas cerca de casa"...


Mi amigo -desde donde quiera que me veas- me lo dijo un día cuando le pregunté, "a dónde vas?", me respondió -algo ahogado en sus penas- "no lo sé, solo sé que pasé por aquí... alguien me saludo y pensé que alguien aquí me conocía..." y eso, es el mejor concepto de confianza que alguien ha depositado en mi.

Así es que estoy tranquilo -desde entonces- con ello.


De la mano de nuestros hijos...

Hace un par de días me tope con una columna que hablaba sobre pequeños relatos de experiencias que han tenido muchas personas con sus padres, hablaba sobre peculiaridades que tuvieron en su infancia con respecto a ellos; cosas que parecen tristes y de las cuales todos podemos hoy en día reír o llorar con ellas, ya sea porque las padecimos o porque nos parecen algo inverosímiles por nuestra propia experiencia.

Sé que la frase "no nacimos siendo padres", refleja un poco o un mucho la incertidumbre a la que nos enfrentamos cuando tenemos tal tarea frente a nosotros, sé -por experiencia propia- que puede parecer un poco trillada, pero no es mas que una verdad a la que todos -los que somos padres- tarde o temprano nos hemos enfrentado.

No sabemos si lo que hacemos esta bien o mal, con todas las consecuencias que podemos traer con cada decisión que tomamos con respecto a nuestros hijos día a día; ya sea porque tratamos de compensar lo que nos hizo falta a nosotros o porque damos por hecho de que en la forma que nos fue educados es la correcta, porque nuestros padres, siempre fueron eso... nuestros padres, pero no reparamos en entender que ellos también se enfrentaron a las mismas preguntas que ahora tenemos nosotros... "esta o no esta bien lo que estoy haciendo con mis hijos?"

Todos se creen con el criterio suficiente para hacer una evaluación de lo que vemos frente a nosotros, ya sea con nuestros amigos, familiares y conocidos, pero no siempre salimos bien librados cuando nos toca estar en la silla de los acusados...

Entiendo que todos estamos tratando de hacer lo mejor que podemos, pero no por ello significa que lo estamos haciendo bien, es una interminable duda entre si lo que hacemos esta bien, o esta mal y nos apegamos a que la decisión tiene que ser respetada cueste lo que cueste, pero... debemos entender que lo que nos dolió a nosotros no es el regaño de nuestros padres o la carencia -sea cual sea- a la que nos enfrentamos es la misma a la que estamos exponiendo nuestros hijos, las cosas cambian y con ello, nosotros debemos cambiar también. 

Ahora bien, si dejamos de juzgar lo que nuestros padres hicieron con nosotros -para bien o para mal- y entendemos que hicieron lo mejor que pudieron, quizá nos dé una mejor lectura de lo que estamos viviendo y haciendo nosotros; no somos aptos de inicio, nadie lo es... pero tenemos la virtud de tener un referente; sabemos lo que nos dolió como hijos, así es que no compensemos, sino seamos mas abiertos en el dialogo con los nuestros, no permitamos que una cara dura -porque así amerita- deje de lado que son ellos el PORQUE de lo que hacemos día con día, porque... aunque lo neguemos, muchos de nuestros esfuerzos diarios van enfocados a que ellos tengan una mejor oportunidad que nosotros y esa línea de vida que nos fue marcada les de un peldaño mas a ellos para que puedan tener una visión diferente del mundo que los rodea, que los espera y en la que cimentamos nuestras ilusiones con respecto a ellos, pero tampoco los castiguemos con la vida que no nos gusto de niños, dejemos que sueñen como nosotros lo hicimos en su tiempo, que vivan cada risa, cada abrazo, cada raspón en sus rodillas, que no les heredemos nuestros miedos y nuestras dudas, que crean posible lo que a nosotros nos fue marcado como imposible, seamos mas amigos de nuestros hijos, mas protectores de sus sueños y defensores de cada castillo, cada reino que hacen con lodo, con palitos de madera o un dibujo con crayones y colores sobre una hoja de papel... cada día voy aprendiendo mas de ellos y espero nunca dejar de hacerlo.


Así es que... si me lees (padre de familia), ve en tus hijos una nueva forma de ver el mundo, toma su mano y disfruta de la virtud de poder emprender un nuevo viaje que te llevará a nuevas alturas que tu jamás conociste y creíste capas de conocer... 

Te deseo un buen viaje...


Por un membrillo...

    Hace un par de meses que he estado tratando de entender el concepto de "suficiente"... sé que es difícil de entender porque todos tenemos una idea diferente sobre él; nuestro medio, padres, conocidos y sociedad en general han puesto diferentes significados acerca de lo mismo. Van de frases de "si quieres tener éxito debes ser...", pasando por "ésta carrera es la que te asegurará un futuro...", hasta un "de eso te vas a morir de hambre...". Pero... y si nunca se nos dice que el camino hacia la felicidad no depende de lo que nos dediquemos, sino a lo que nos haga felices, a lo que nos llene como individuos.

    Sé que los padres muchas veces lo hacen con la mejor de las intensiones, pero no por ello pecan u omiten una verdad de la que ellos mismos han padecido, no por el hecho de ser "exitoso" en algo, significa que nos garantiza una estabilidad emocional que tanta falta nos hace a muchos de nosotros.

    Hace poco, en mi habitual carrera por hacer todo lo que debo de hacer diariamente, pasaba por una esquina en especial, una en la que siempre veo un camión en la que se vende fruta y verdura, el típico puesto no establecido pero al que diariamente acuden madres y padres de familia para llevar lo del día, lo que necesitan para hacer la comida de casa. No sé a qué se deba, pero siempre había llamado mi atención, quizá por el hecho de que me recordaba una escena de mi niñez en casa de mis abuelos, que salían al llamado del "bueno bueno!" un camión con las mismas características que hacia la misma función - a la que me refiero- por su casa.

    Tenía días atrás diciéndome "llegaré por algo", pero siempre encontraba un pretexto para no hacerlo, que si no hay estacionamiento cerca o en la primer vuelta que tenga... total que no me había atrevido a hacerlo. Sería cuestión de la tercer o cuarta vuelta que hice cuando me dije "y por qué no...?", así es que di la vuelta a la manzana y me estacione cerca, que si bien no lo fue tanto, estaba decidido a por fin llegar de una vez por todas.

    Tomo manzanas (rojas y amarillas), un par de pepinos, limones y cuanta cosa me iba encontrando; la verdad es que parte de mi "antojo" es que en una de esas vueltas había notado que tenían membrillos, cosa nada rara, pues es temporada para ello. De niño recuerdo días en que mi madre, los partía en rodajas y los comíamos con algo de limón o sal o partidas simplemente a la mitad con algo de chile en polvo... todo un manjar para un niño como yo en aquellos tiempos.

    Debido a la pandemia por la que estamos atravesando, todo aquello era mas que nada para llevarlos a casa a que los míos pudieran disfrutar de ello y de pasada tuvieran un buen sistema de defensas para esta terrible incertidumbre entre sentirte enfermo por una gripa de temporada, una típica alergia por los cambios de clima o por el encierro que merma día con día nuestros ánimos.

    Así es que me apresuré con aquel botín a casa, no importaba que me sacara de mi ruta o que tuviera que dar una vuelta mas que no estaba contemplada, hacia un par de minutos atrás; no quería correr el riesgo en que por el calor del carro o por mi tardanza para regresar le fuera a causar estragos a todo aquello.


    Al dejar la bolsa en casa, solo me apresuré a sacar uno de aquellos membrillos; estaba sin lavar, pero solo lo deje en mi asiento de a lado y continúe con mi camino. Al llegar a la oficina, baje mis cosas, empecé a ver pendientes y a acomodar mi equipo para un día laboral sin contratiempos. Ya sentado, recordé que tenía que lavarlo, así es que lo tomé, lo lave con algo de emoción, pero con mucho cuidado; me senté nuevamente en mi silla que puse frente a mi ventaba, contemplé el cielo y las pocas nubes que circulaban por él.... disfrute de cada mordida que le iba dando y me dije "para esto es para lo que trabajo"...

    Todo aquel día valió la pena...

miércoles, 4 de noviembre de 2020

La hipocresía de la que adolescemos...

    Hace un par de días, estaba -como muchos otro días- en medio del tráfico propio de mi ciudad... una calle por la que normalmente transito, nada mas había un carril en uso; al checar metros adelante a qué se debía, era un carro que estaba estacionado en segunda fila, eso si... con las intermitentes encendidas, como si con ello lo disculpara de su falta.

    Al acercarme, noté que un par de tránsitos estaban ya en el lugar. Pensé "ya le dieron una multa o mínimo le dijeron que no puede hacer eso". Al acercarme -la fila era de casi la cuadra completa- cambie de carril y aunque me "encajoné" le pregunté al tránsito "supongo que ya lo infraccionaste?" y me dijo "si jefe, ya le quité la placa" aunque noté que la posterior aún estaba en su lugar. Pasé el vehículo y note que también tenia la placa frontal, por el retrovisor ví como es que el dueño le daba "discretamente" un billete al oficial y se retiraron, como si nada hubiera pasado.


    No tiene caso mencionar la rabia que me dió al darme cuenta de que me dieron por mi lado, al saber que haría exactamente lo que los demás harían... renegar pero no hacer nada mas al respecto...

    Evité hacer mas problema del que realmente era, pero cuadras mas delante recaí en eso precisamente... que nadie hace nada porque no queremos correr el riesgo de hacer algo por lo que los demás no hacen la mas mínima expresión de indignación. Me arrepentí de ello...

    Nuestras autoridades han perdido veracidad y respeto, precisamente por ese tipo de conductas, no hacer lo que deben de hacer con quien realmente deben de hacerlo. Todo mundo puede hacer lo que quiera con el billete correcto para el momento.

    Así es que me pregunto... "y si todo mundo reclama lo que se debe de hacer en lugar de dejarlo pasar de lado"? y si todos estamos dispuestos a pagar por nuestra falta, porque seguramente el que cometió la falta lo sabía, por eso es que pago por ello, pero ... y si la falta detona en algo mas? en que alguien llegué tarde a una cita de trabajo? a una cita con el doctor? a una cirugía?... seguramente la perspectiva cambia si la situación no le favorece. De seguro podrían pensar "cómo es que nadie les dice algo?", no lo sé... quizá pueda ser la esposa o el hijo del que en ese momento estaba estacionado en segunda fila en donde no debía de estarlo...

La Educación como medio...

    Estando en la carrera, escuche a un amigo decir que estudiaba la carrera no porque le gustara, sino porque era la forma de mantener los privilegios que su padre le podía dar en ese momento, privilegios que perdería si no estudiaba lo que él le pedía... mi amigo, termino la carrera como pudo, no sé si de la mejor o peor manera, pero sé que la acabo.

    Hemos crecido con la creencia de que al estudiar una "buena" carrera nos irá bien, ya sea porque tenemos acomodo en un sistema ya establecido o porque es la que esta de moda o en auge...

    Muchos de nuestros padres se fueron en esa idea y no creo que lo hayan hecho de mala manera, sino como una forma de cuidarnos y protegernos de lo que ellos han visto y sufrido en su vida, pero... descartan el potencial que podemos tener al realizarnos haciendo lo que nos apasiona o nos gusta, algo en lo que podemos ser bueno, muy buenos o excelentes. Es un albur, no?

    Si bien es cierto que la carrera -sea cual sea- nos da otra apertura de mente y herramientas que podemos o no usar, no creo que sea la solución, porque luego tendremos "profesionistas" no profesionales; en lugares en los que no queremos estar o en lugares en los que no nos podemos desarrollar como individuos.

    Estamos confiando en que "todo ira bien", pero que nos hará individuos mediocres o insatisfechos, viviendo una alucinación de lo que debemos y no debemos hacer. 

    Si alguien estudia algo en lo que "nuestros" cánones determinan que no es bueno, es seguro escuchar cosas como "morirlas de hambre", pero... no sé, si quieres ser artista -en cualquiera de sus modalidades- te dirán "no sé a qué le tiras", pero es nuestra propia ignorancia la que habla, porque no sabemos valorar la pasión y el tiempo que cada quien dedica a lo que hace; si un artesano dice que su artesanía -valga la redundancia- vale X cantidad de dinero y nos parece "mucho" es porque ignoramos el tiempo y la dedicación que se necesita para crear algo. Entonces es cuando la ecuación falla...

    Si todos, de alguna u otra forma estamos dispuestos a pagar por algo que nos gusta, no dudaríamos en dar el dinero que X persona pide por ello. No hablo del artista "consagrado" que pone un clavo en la pared diciendo que simboliza "el ancla que nos apega a la realidad", sino a artistas y creadores que dan su vida y su pasión en ello, que han pasado por un camino lleno de discriminación y poco entendimiento de su pasión. 


    Todos somos capaces de ser creadores, pero pocos están dispuestos a pagar el precio por ello. Son los locos de nuestro tiempo, de nuestra era, porque se atrevieron a algo que no fueron capaces de hacer otros. A los niños, niñas, que no fueron capaces de defender lo que querían por cumplir expectativas de sus padres y de la gente que los rodeaba. A niños que quizá podrían haber sido los mejores bomberos del mundo, a los mejores policías, a los mejores pintores, a los mejores bailarines... a los mejores "quizá".

    Así es que pregúntate... estas donde debes estar o estas donde te dijeron que deberías estar...


Tantas cosas...

    Hay veces que quiero hablar de tantas cosas... cosas que me pasan y que continuamente pasan por mi cabeza, tantas cosas que a veces pierden sentido, vagando de una idea a la otra; cosas que van de lo personal a lo general, cosas que veo, que siento, que quiero y que sé que puedo -o quizá- debo hacer.

    Es una continua pelea, una pelea de la cual no siempre salgo airoso... 

    Últimamente, supongo que exacerbado por el momento que estamos viviendo, por tantas cosas que escucho, que veo y que palpo; por un lado, la información que recibimos diariamente, en lugar de darnos una idea mas general de todo lo que vemos, nos termina confundiendo mas aún. No sabemos distinguir entre lo que es real o lo que es mentira, lo que decidimos creer y lo que decidimos descartar.

    Hace poco escuche a una persona reírse de las creencias de la gente, cosas como los signos zodiacales o sobre la lectura de las cartas, pero... hoy -por ejemplo-, vi a una persona embarazada con un seguro sobre la ropa que usaba en su vientre, obvio recordé a esta persona en tono burlesco, pero... también debemos respetar lo que cada persona desea y quiere creer. Si bien es cierto, esto obedece un poco a la ignorancia de la gente, también obedece a creencias que uno decide o no creer, a cosas en las que uno quiere confiar. Hace mucho escuche algo que me ayudo a respetar el pensamiento y creencias de los demás...

    - No te sentirías tonto, si al morir, te das cuenta de que Dios no existe?

    - Es posible... pero, y si el creer en él me da entrada al cielo?

    - Pero si no...?

    - Y si sí...

    Creo que lo peor que nos puede suceder al pasar por X circunstancia, es pensar si pudimos o no pudimos evitarla con la mas mínima de nuestras acciones; si en nuestra necesidad de respuestas a todo lo que nos pasa buscamos en lo mas absurdo, en lo mas insignificante -al parecer- que pudimos haber hecho.... no sé, no pisar línea -güiño para los que padecen TOC-, persignarte enfrente de una iglesia, no pasar por debajo de una escalera en la calle, evitar un gato negro en la calle o simplemente tocar madera cuando quieres que algo "atroz" no te pase.

    Todo parece válido si te evita preguntas al manifestarse lo impensable.


    Quizá seamos una sociedad llena de supersticiones, pero no descarto que todos -en cierta forma-, requerimos de ella en cierto modo para mantenernos cuerdos en un mundo dónde nadie nos da una respuesta cierta de lo que nos pasa. 

    Es por ello, que no descarto que algo que no es cierto nos puede ayudar a darle forma y sentido a lo mucho que nos puede pasar, así es que seguiré viendo al Cielo con una mano en alto diciendo "no es cierto, sabes que no es personal", cuando sé que digo algo que puede sonar altanero o que va en contra de lo que creo, simplemente por convivir.

    Dejemos que cada quien decida en qué creer...


martes, 8 de septiembre de 2020

Fotografías...



Hace poco hacia un poco de memoria sobre las muchas cosas que han pasado en mi vida; en un abrir y cerrar de ojos he pasado de la primaria, secundaria… hasta llegar al día de hoy. Muchas de las cosas y de las imágenes están solo en mi memoria, a veces basta con cerrar mis ojos y remontarme a aquellas épocas.


Nunca fui fan de las fotografías, no me considero fotogénico y quizá eso tenga mucho que ver en ello y mas si le agregamos lo complicado que eran en mis tiempos, ya saben, rollos, cantidad de fotos por rollo, ir a revelar y -obvio- el costo de hacerlo. Siempre me llamó la atención que uno que otro compañero si lo hacia, buscaba el momento y el tiempo para reunirnos; tengo que decir que no era tampoco fan de todo ello, desde el “a ver, una foto por favor”, hasta el “si nos acomodamos mejor salimos todos”, supongo que era mas un arte en aquellos tiempos pues no es como ahora, que puedes tomar 10, 15 o 20 fotos en un instante con tu celular y es menos complicado que antes.


Hoy en día los celulares son mas que eso; toman fotografías, te cuentan los pasos que haces por día y hasta te recomiendan que debes o no debes hacer ejercicio dependiendo de tu edad, estatura y peso; puedes llevar una agenda robusta con mil y un reiteraciones de contactos y no tener ningún problema con ello, puedes tener un calendario que se sincroniza con tu Facebook o alguna otra red social de tu elección; puedes estar en contacto con quien tu quieras, en el momento que quieras, bueno… siempre y cuando la otra persona también este desocupado. Es toda una nueva era… 

Aún así, es complicado entender que ahora que tenemos mas dispositivos electrónicos y medios para estar conectados, es cuando mas lo estamos…


Me da mucha nostalgia el darme cuenta por lo mucho que todo mundo y yo hemos pasado; tantas experiencias que nos han marcado para bien y para mal, tantas cicatrices, algunas profundas, algunas superficiales; hay quien dice que no sería la misma persona sin esas cicatrices y que las abraza con amor, porque determinaron quien es ahora y estoy completamente de acuerdo con ello. 


Hay pocas cosas que lamento de todo lo que me ha pasado, pero si de algo puedo sentirme arrepentido es de no haberme permitido ser un poco mas ñoño y haber tomado fotografías de muchas de las cosas que me pasaron, evidencia de lo que reí, de lo que viví y vivimos mis amigos y yo; de poder tener una imagen como testigo de lo mucho que fui y fuimos en ese momento.


No sé si el día de mañana las generaciones que van después de mi, tengan alguna reflexión similar a la que justamente tengo el día de hoy, pero seguramente tendrán algo que reprocharse al respecto; quizá sea todo lo contrario, que quizá pudieron haber soltado mas el celular y disfrutar mas del concierto al que fueron, besar mas a la personas con las que se relacionaron y no ser tan presumido con quién y dónde estaban o lo que comían con una foto en sus redes sociales, se pierden del mundo que los rodea, de las cicatrices que el día de mañana serán toda una anécdota de ello.


Cada quien tendrá su propia versión de su fotografía… 



viernes, 4 de septiembre de 2020

Cuando no se sabe de lo que se habla...

Hay ciertas cosas que me cuesta asimilar mas que otras; escucho platicas y conversaciones de otras personas, entiendo que no todo se puede saber en la vida, que a veces es mas que suficiente saber algo  de algo para poder externar un punto de vista de ello. Incluso, considero que soy precisamente lo opuesto a esa postura.

Durante mucho tiempo he dejado de lado algunos proyectos por no saber si sé lo suficiente del tema o tengo la idea de que necesito saber más para poder dar una opinión o empezar a hacerlo por mi mismo. Es en cierta forma lógico, nos enseñaron del riesgo de no hacer las cosas bien, pero no nos dijeron el valor y la importancia de la experiencia que se adquiere precisamente de los errores.

Obviamente hay cosas y temas con los que no se puede experimentar (habrá quienes agarren esta charla como excusa para cometer errores voluntarios), pero de ahí en mas, todo es posible. Si se trata de negocios o de emprendimientos, no todo esta dicho; hay visiones completamente diferentes u opuestas sobre lo mismo y no siempre son bien aplicados; habrá a quienes les funciona una forma y una manera y habrá quienes no supieron aplicarla bien, estando ya mas que comprobada.

Recuerdo, que en muchos de las ocasiones era mas mi coraje al ver como es que ciertas personas hablaban sobre algunos temas muy a la ligera para luego verlos darse de topes contra la pared al no saber a ciencia ciertas de lo que estaban hablando. Quizá por eso es que precisamente yo trataba de evitar ciertas cosas sin tener - por lo menos - un rumbo previo del tema o de la tarea.

Si bien es cierto, que la experiencia viene con los años y con esa "prueba y error" de muchas de las cosas que se nos presentan, creo que debemos invocar mas a la plena consciencia de qué es lo que queremos, cómo lo queremos y para qué lo necesitamos... Hay personas que solo copian ideas que funcionan y creen que eso es mas que suficiente, pero realmente no aportan nada nuevo a ello. Habrá otras que piensan que lo pueden hacer mejor que a quien critican, pero no se atreven a realizar el trabajo o la tarea.

Definitivo, son encrucijadas que nos da la vida, pero es por ello que pido que sea cual sea en caso, hagamos las cosas con consciencia y nada mas al ahí se va. Porque sino hacemos algo para bien, habrá ocasiones en que es mejor no hacerlo desde un principio. Habrá otras en las que no hacemos el mínimo esfuerzo por comenzar, siendo que quizá nos estamos perdiendo de la mejor de nuestras aventuras...

martes, 18 de agosto de 2020

Una novia, un par de amigos y un perro…


Una novia, un par de amigos y un perro…

Nos hemos hecho a la falsa creencia que entre mas conocidos tenemos, mas felices podemos ser o podemos cubrir mas de nuestras necesidades y en cierta forma tienen algo de razón; a tener un amigo doctor te puede recomendar medicamentos, hacer consultas a domicilio y hasta consejos de salud cada que lo ves; si tienes un amigo mecánico, pues en cierta forma te ayuda con tu vehículo, hay un taller en el cual puedes echar una o dos cervezas el fin de semana mientras le atienden algún detalle; al tener un amigo arquitecto… mta! Hasta lo hacer compadre porque te diseña tu casa con lujo de detalle sobre las mas sórdidos gustos que puedas tener… en fin, todos tenemos habilidades que le pueden ser útiles a alguien mas, dependiendo de la situación. Desde un amigo que su única gracia es tocar la guitarra, hasta el wey que picha las cheves en la peda porque tiene con queso las gordas… 



Todos hemos jugado un rol en la vida de los demás sin querer o queriendo.

Por otro lado, las parejas que has tenido a lo largo de la vida, han sido una combinación extraña de lo que querías y no sabías que necesitabas en ciertos puntos de encuentro. Hay personas que te dejan marcadas con su forma de quererte, sea bueno o malo; te han dado argumentos para otras futuras relaciones -sean buenos o malos- y dan compañía que requieres en tu constante crecimiento como individuo sea de forma positiva o negativa.

Todo tiene un justo momento, acompañado de una lección de vida que solo depende de ti y del enfoque que te le quieras dar, uno negativo o uno positivo… 

Las mascotas… a las mascotas se les cocina aparte, pero… siempre que sean producto de una decisión consciente y no como una cierta imposición de tus padres (que chica para que no haga desmadre en la casa); atlética para que te acompañe a correr; que sea grande para que cuide la casa u otras características en las cuales veas o vean una ventaja y no una que vaya mas ad hoc de lo que buscas, quieres y necesitas…

Y aunque siempre se ven impregnadas por nuestra naturaleza, no siempre van con ella.

Pero… y la compañía? Yo no necesito amigos para que me resuelvan, digo, que bueno si pueden, pero prefiero que me acompañen en la búsqueda de la solución al problema; una mujer, quizá puede o no estar tan perdida como yo en este mar de emociones, de subidas y bajadas que da la vida, pero podemos reír y llorar juntos con el vértigo y emoción que produce la montaña rusa de la misma; el perro… el perro tampoco me va a solucionar nada, solo me dará en reciprocidad el mismo amor, atención y cuidado que yo tenga hacia él, sin mas, ni menos… como un trueque justo, con la pequeña diferencia que siempre sale uno ganando.

Así es que, aunque nos tengas muchos amigos, muchas novias y muchos perros, debes aprender a reconocer los amigos valiosos, las parejas que nos enseñen y los perros que nos quieran a a pesar de nuestros defectos cuando los veas, porque no necesitamos mas en ésta vida que una buena compañía… 

Consejos para comprar un coche…

 Consejos para comprar un coche…


1.- Ve si las condiciones físicas del mismo te gustan, el amor nace en lo que ven nuestros ojos, pero puede ser engañoso, así es que presta atención…


2.- Ve el interior del mismo; es la segunda etapa, no todo es tan evidente, pero toma en cuenta los desperfectos que pueden ser arreglados de inmediato como una buena limpieza y detecta cuáles desperfectos te pueden llevar mas tiempo y dinero, como una tapicería en mal estado.


3.- Si consideras que le “sabes” a la mecánica pues escucha como se comporta al encenderlo, sino eres bueno, pues lleva a uno que te recomienden, uno que sea de tu confianza o ya de plano, lleva a tu compa o hermano del alma que dice que si le sabe, así por lo menos ya tienes con quien compartir la culpa de una mala decisión. Recuerda… el motor no sé ve, pero es lo más importante del vehículo.


4.- Analiza si la inversión corresponde al servicio que esperas de él; no puedes comprar un carro si necesitas transportar cosas, así como una camioneta no es para transportar almas, lo puede, pero no es cómodo para ellas.


5.- Si el presupuesto va a acorde con tus finanzas, date cuenta que, al menos en México, éste tipo de transacciones no son muy avaladas y no recibirás ayuda legal porque todo se arregla con un “es que eso hubiera pensado antes” al tratar de resolver una diferencia con el anterior dueño.


6.- Si ya de plano estas de necio y de armado y a “huevo” lo quieres, pues va! Dátelo… te lo mereces.


Pero… 



Si no te gusta como se ve… no te gusta como esta al interior… como funciona lo que lo mueve… tu inversión no va a acorde con lo que esperas de él… y que sabes que nadie tiene mas que tú la culpa de haberte puesto como objetivo adquirir ese vehículo a pesar de todos los anteriores puntos… NO TE COMPRES ESE PINCHE CARRO PARA LUEGO ECHARLE LA CULPA A TODOS LOS PINCHES PRESIDENTES ANTERIORES POR LA INEPTITUD QUE ESTAS MOSTRANDO AL NO SABER LA RESPONSABILIDAD DE LO QUE ESTABAS ADQUIRIENDO!!!


Perdón… hablábamos de un coche. Por su atención, mil gracias… 


Bob...

 Bob… 



Es probable que Bob supo mas de la vida que muchos de nosotros…


De vez en cuando lo descubría viendo al cielo, respirando, como apreciando el viento; alimentándose de Praná quizá, era común verlo como en trance, como disfrutando el hoy, el ahora, eso solo lo hace quien tiene otro tipo de vivencias, otro tipo de vida, otro concepto de Dios.


Bob, era de esos que salía de casa con toda al actitud, no miraba hacia atrás, solo miraba el camino que tenía al frente al atravesar el marco de la puerta; no he conocido nadie que lo haga con esa certeza, certeza que a veces yo intento y quiero emular…


A veces Dios pone en tu vida a ciertos personajes que dejan huella, enseñanzas y aprendizajes; la vida es la mejor de las escuelas, una que te cobra cada que te equivocas, pero que te hace mas sabio conforme vas avanzando, siempre y cuando prestes mucha atención a los pequeños detalles, porque esos son los que la conforman.


El buen Bob, siempre fue un buen compañero, se preocupaba por mi; cuando me acompañaba a correr me alentaba a seguir adelante; en las peleas en las que me vió participar, siempre se ponía en medio, evitando que las siguiera; en las noches deambulaba por la calle, tratando de velar mi sueño por las calles.


El pequeño Bob, era una de esas almas que rejuvenecía cada que salía en busca del destino, cada que algo le dolía, salía a robarle minutos al tiempo; no le importaba a noche o el día, nunca es tiempo suficiente para encontrarte a ti mismo y a tu destino.


Un día pensé que se había perdido, que el mal tiempo me lo había quitado; pero supongo que tuvo que ir mas lejos a robar mas tiempo, a rendir algunas cuentas que le dieron mas saldo para mas vivencias; después de algunas semanas, veo como es que se asoma por la reja, como quien dice “hey, qué haces?”… salí corriendo, lo llame por su nombre, él con sus ojos cansados trato de reconocer a su amigo de parranda, quizá no por su imagen, pero sí por su olor, el olor de casa, el olor de una amistad muda y de una amistad acompañada.


Mi pequeño Bob… se fue un día, un buen día en mi cumpleaños; al principio no lo entendí, pensé que era una mala broma del destino, pero hoy… después de mucho tiempo, entiendo que él cumplió con acompañarme ese día, con su último aliento, con su vista ya casi nublada, pero con sus oídos y olfato mas puestos que nunca, mas vivos que de costumbre, supongo que sonrió y con un último suspiro dijo adiós… 


Bobito… espero que hayas tenido una excelente vida a nuestro lado, del mismo modo que tu fuiste una excelente compañía en la mía… 


Quién te pregunto...?

 Quién te pregunto…?

Primero que nada tengo que hacer dos declaraciones;  la primera tiene que ver con las medidas de seguridad… obvio las avalo y las recomiendo, así es que lo siguiente no tiene nada que ver con la “desobediencia” de la misma; dos… simplemente es una comparativa de como es que vivimos las cosas las generaciones conforme va pasando el tiempo, cada una de ellas cuenta con sus propias características y debemos de verlas y juzgarlas como tal.


Así es que dicho lo anterior…


Voy por la carretera en mi bicicleta, disfruto del viento y el aire que entra y sale de mis pulmones, me siento algo aterrado, asoleado y sudoroso… en verdad que me siento muy bien. Desde hace algunas semanas atrás un amigo nos hizo la invitación para realizar otro tipo de actividades en grupo y salir un poco de la rutina de cada jueves o simplemente agregar un tema más para el fin de semana y anécdotas a la vida. Así es que nos dimos a la tarea de fuera como fuera, atender al llamado cada fin de semana.


Ha sido una maravillosa mañana, todo en calma y vamos de regreso; para estas horas del día, mucho más personas comienzan, están o terminan sus rutas semanales a montaña o en carretera; cada quien arma como mejor le place el recorrido con su grupo.


En un trance especial, propio del momento, vengo en lo mío… pienso en el día, es mi semana, en si hice o no bien en el trabajo, en desayunar un par de gorditas y un refresco en la primer fonda que encontremos y en tomar un buen baño llegando a casa, fue un buen día...


De pronto alguien grita desde el carril contrario; es un niño, veo que suelta los cuernos de su bici andando y golpea su casco con ambas manos. Al principio no lo entiendo, era como ver a un “gorilita” golpear su pecho, me “saqué de onda”, luego, después de un segundo, entendí… me estaba señalando que yo no contaba con un casco para la ocasión, sonrío y lo saludo.



No lo sé… obvio entiendo que es importante traer un casco, aunque soy de una generación en la que las medidas de seguridad valían gorro a lado del regaño que te daba tu mamá al llegar con los pantalones rotos, una bicicleta descompuesta o un balón ponchado. Soy de una generación que se crío en los lotes baldíos, en las casas en obra negra, con clavos oxidados y raspones en las rodillas; de los que al no haber balón lo armábamos con bolsas dentro de otras bolsas hasta que conseguíamos la sensación adecuada del “balón”, de los que jugábamos con un bote de “frutsi” entre la horquilla y la llanta para que emulara el sonido de una moto, mientras subíamos y bajábamos montones de tierra en las construcciones de la colonia; jugué a salir del salón corriendo a tocar la pared de en frente evitando que el profesor se diera cuenta; a la “trae” con niños y niñas; a ver que había en la bodega de la primaria… en fin, jugué!


En mis años de infante, no había muchas medidas de seguridad, quizá nuestro Dios era mas grande o unos padres mas desconsiderados, no lo sé; tengo pocas marcas en las rodillas, pero eso no significa que no me haya caído, quizá solo tuve mucho mas cuidado, producto del miedo de llegar a casa sucio y con el pantalón roto; tuve que poner mas atención sobre las llamadas de atención de mi “sexto sentido” que me advertía de donde si y de donde no meterme; no lo sé… quizá mi Dios era mas considerado y nosotros mas silvestres.


Creo que me hubiera gustado tener la edad en ese momento de aquel niño para resolverlo todo como lo hacíamos cuando lo era yo... él al hacer el gesto de golpear su casco,  yo le hubiera respondido “quién?”, él hubiera dicho “quién qué?” a que -hábilmente- yo hubiera contestado “quién te pregunto…?” y eso, en mis años, siempre terminaba o en sonrisas o en un punta final a una discusión a la que no estabas dispuesto a nutrir. 


Pero aprecio el gesto a quien con un gesto de superioridad que da la basta experiencia, se preocupa por mi salud física y mental, muchas gracias niño donde quiera que estés, solo que considero que era mas peligroso soltar los cuernos de tu bici al llamarme a mi la atención… ;)


martes, 14 de julio de 2020

Al fin...




    Lentamente se abre la cochera eléctrica de casa; ha sido una semana algo complicada, pero gracias a Dios ya todo termino -al menos por esta semana-, suspiro mientras la puerta se cierra y desciendo del vehículo. Abro la puerta y el olor a casa fresca me inunda… Subo lentamente las escaleras, me urge quitarme esta ropa del día y ponerme algo mas cómodo, nada como un pantalón de mezclilla, una playera y mis sandalias. 

    El Sol nos da algo de tregua y desciende detrás de la barda de mi patio, es momento de salir a regar mi jardín… me despojo de mis sandalias, manguera en mano riego en pequeños sectores el pasto, mientras camino descalzo sobre él. Es tan reconfortante regar, siempre lo fue, desde pequeño lo he disfrutado mucho, lo hacia en la casa de mis papás y ahora lo puedo hacer en la mía. 

    La música suena de fondo, proviene de la sala; es el punto intermedio, pues no es estruendoso para la casa y tampoco tan lejano para mí que estoy en el patio. 

    Un mensaje me distrae de mi meditación involuntaria… 

    “Llegué…” 

    Camino hacia la cochera y activo la segunda puerta; veo como aparece tu vehículo y sonrío el verte entrar en él. 

- Hola, qué tal tu día? 
- Algo pesado, pero nada que no tuviera solución. 
- Voy por algo de beber, quieres algo? 
- Claro, te puedo encargar una cerveza? 
- Voy por ella. 

    Te quedas sentada a la orilla de la banqueta, mientras charlamos sobre nuestro día y nuestra semana. 

Tienes hambre? 
- No mucha, pero quieres comer algo? 
- Ven, veamos que podemos hacer 

    En la barra, uno al lado del otro partimos algo de jícama, pepino y lo salpicamos con algo de limón y sal. Nos sentamos en la sala y vemos nada en particular en la tele, simplemente es un pretexto para estar juntos, comemos, reímos y me besas de vez en cuando. 

Vendrán tus amigos? 
- Si, no creo que tarden, me acompañaras? 
- Nah, solo saludaré, no quiero interrumpir su reunión semanal, te esperaré arriba, ok? 

    No pasa mucho y llega el primero de ellos, luego dos mas y minutos después el último de ellos. Uno de ellos trae una hielera, reparte una cerveza a cada uno; otro pone algo de botana en un plato grande de unicel, comenzamos con la charla de trabajo, luego pasamos a la cartilla típica entre hombres. De pronto todos voltean hacia la puerta de la sala, haces acto de presencia y saludas a todos rápidamente, me avisas que debes salir a comprar algo y que esperas no tardar. Te acompaño tomándote por la cintura y te pregunto que si quieres que te acompañe. Me dices que no, me das un beso mientras activas la puerta y me pides el control de la misma para no molestar al llegar. 

    Mis amigos siguen con las bromas, bebemos y reímos porque podemos y nada mas. 

    Después de la última ronda de las típicas y conocidas anécdotas que tenemos de nosotros, comienzan uno a uno a despedirse , es en eso cuando se escucha que accionas la puerta al entrar. Te despides, ellos se disculpan por habernos interrumpido y tu amablemente les dices “nada que ver, seguro tienen muchas cosas de que platicar”. 

    Nos quedamos un momento mas en la orilla de la banqueta del patio, bebo mi última cerveza y te invito a bailar una de las canciones que suenan desde la sala, al principio te niegas con algo de pena y timidez, pero por fin te convenzo; me abrazas, te acurrucas en mi, me besas al fin de la canción y te pregunto que si por fin te he convencido, me dices que no, que solo he corrido con algo de suerte en los últimos años. Sonrío y te digo “sigamos que esa suerte entonces”. 

    Seguimos bailando a pesar de que la música a cesado… 

Me puedo quedar? 
- Claro, siempre y cuando no intentes seducirme 
- Entonces cierra tu puerta con seguro, porque no puedo garantizar nada. 

    Entramos al fin, sigo tus pasos por las escaleras, veo de reojo como te quitas tu ropa, me pides alguna playera y te sientas sobre la cama. 

Fue largo el camino, no? 
- Quizá lo fue, confieso que casi no lo recuerdo -sonrío-, pero lo importante es que al fin llegamos 
- Me abrazas? 
- Pero después te vas a tu cuarto… 
- Claro -y me guiñas el ojo- 

    Dormimos abrazados toda la noche, con la firme convicción de que al fin pudimos llegar… al fin, estamos en casa...


miércoles, 1 de julio de 2020

annus mirabilis...

    
    No te sientas presionado por el mundo y por lo que esta pasando alrededor...

    He escuchado a mucha gente que dice "lee un libro, desarrolla tu potencial o has todo lo que no puedes hacer, ahora que puedes", como una forma de aprovechar que "ahora" tienes tiempo para hacer todo lo que has dejado en el tintero. Pero... también descubrí -que, si bien es cierto- que teniendo el tiempo, es mucho mas la ansiedad que te provoca el no hacerlo porque puedes; no es necesario, si es que así no lo quieres, si es que así tú mismo sientes que no lo puedes. Somos personas diferentes; hay quienes pueden y se refugian en el ejercicio, en el trabajo, en la lectura... pero hay quienes todo esto, les genera mas ansiedad, el no saber qué va a pasar el día de mañana, así es que no todos tenemos la misma actitud, ante los mismos problemas y estímulos.

    No pasa nada si no lees ese libro, si no desarrollas esa rutina de ejercicios, si no desarrollas tus habilidades gastronómicas; lo mas importante es que puedas estar y permanecer cuerdo ante todo lo que esta pasando. Las presiones que todos tenemos son las mismas o diferentes, todo depende de tu enfoque, pero, las condiciones con las que vivimos el momentos son las que nos llevan hasta donde estamos.

    Hace algún par de semanas, yo estaba agradecido con Dios porque me sentía preparado para ello; pague mis cuentas, me corté el cabello y alimente la alacena de la casa; pero a la vuelta de un par de semanas mas, me di cuenta que mis demonios estaban al acecho, y mas cerca de lo que me gustaría reconocer... Dejé de levantarme a las 5 am, de tener 30 minutos de lectura y de hacer un poco de meditación... me comenzó a costar mas esfuerzo del común el levantarme, el trabajar y el de tener una buena actitud ante la vida.



    No estoy bien... me digo cuando reflexiono.

    Pero sé que un proceso de adaptación a todo lo que estoy viviendo, a lo que nos tocó vivir... Mañana será un nuevo día y espero renovar mis actitudes. Es complicado, no es simple, pero en la sencillez del momento, tengo que ver la virtud de mi espíritu. Así es que no es imposible.

    No te sientas presionado por aprovechar o no el momento, trata de estar tranquilo y de ver el nuevo día  como un día menos para todo lo que nos esta pasando...

    Donde quiera que estés, te mando un abrazo...


    

lunes, 29 de junio de 2020

Im-posible...


    Sabes... la vida es tan simple o complicada como la quieras ver; tan simple o complicada como la quieras vivir. Siempre tendremos la oportunidad de ver ambos lados del vaso, la parte optimista y la parte pesimista...

    Creo que es complicado entender como es tu punto de vista porque depende de muchas cosas; como estas, como te sientes, el mundo que te rodea... habrá ocasiones en que siendo optimista puedas tener un mal día y siendo pesimista puedas tener la oportunidad de tener un día mágico. Uno no excluye al otro y viceversa.

    He tenido a lo largo de mi vida, días buenos y días malos y siempre trato de tener una buena perspectiva de ellos; no siempre salen de la mejor manera, no siempre sale uno airoso... lo que si sé es que ni uno ni otro te define, pero si puede marcar en gran parte (o menor) tu vida.

    Escucho con algo de escepticismo cuando me dicen que todo va bien o cuando todo les va mal... por qué...? porque siempre depende la actitud que quieres tu representar... habrá gente que busca en el "mal día", el consuelo de los demás y habrá quien represente un "mal día" la oportunidad de verse como alguien que emerge de sus propias cenizas... lo mismo puede ocurrir con un buen día...

    Por lo general yo no no digo mas de lo que quiero que sepan de mi, puedo decir que tuve un mal día o una mala semana, pero no hablo de todo el cúmulo de emociones que pasaron por mi en ese día o semana, sino solo como un panorama general, "siempre me va bien" es una de mis mejores frases o frases recurrentes, o un "no me quejo porque nada gano" o incluso en casos mas simples -que no lo son- siempre digo "yo soy casa... y casa siempre gana".

    No puedo o debo alardear de que siempre me van bien, el dolor existe, la situación quizá hasta lo amerita, pero por lo general aprendo o por o menos trato de tener una actitud de aprendizaje de todos los errores que cometo o de las situaciones que se me presentan. Siempre hay algo que aprender... siempre trato de matizarlo diciendo "mañana será otro día" y eso me reconforta en el momento y lo reafirma el día siguiente. Pero debo de confesar que eso mas que una filosofía es un acto de fe.. fe en que los problemas del ayer, son pasajeros o que en la noche algo pasará por mi mente en la que me hagan ver esa oportunidad que ofrece cada nuevo día, de que todo afán tiene un mejor final que simplemente hoy no es tan notorio en este momento.

    Trato de despertar con la convicción de que éste día será mejor que el ayer; no sé, trato de remontarme a mis días como estudiante, en que me convencía de que a pesar de el problema en que no pude resolver en ese momento con algo de descanso, por arte de magia o de "qué se yo" se vería mas simple o mas concreto al despertar... no lo niego, hubo días que así fue y me puedo jactar con ello.

    Pero... y qué pasa si no es así...? es entonces, cuando el descanso me renueva las fuerzas de seguir adelante con ello o con lo que se pueda presentar. Renuevo mi idea y trato de decir "mañana me reiré de esto" y sigo adelante. No hay nada que no tenga solución y si es que no la tiene, también es una respuesta en si. Hay veces que la respuesta mas simple es la respuesta mas idónea... principio de parsimonia, así es que confío en ello o en ella.

    No veo todo lo que debo de ver y no todo lo que me acosa por las noches es concreto o es el final, pero creo que mucho tiene que ver mi fe ciega en ello... siempre estaremos mejor y el problema de hoy, será un aprendizaje el día de mañana, no todo es eterno y quizá el mover las piezas cómodas a mi alrededor tenga un mejor fin al final del día o del día de mañana. Así es que debo de sintetizar que mas que una solución en sí, es mas que nada una cuestión de fe... hay que tener fe.

    Así es que siempre saldremos de todo, aunque parezca imposible -porque así lo veamos-, pero siempre me apego a todo lo que sea probable... porque como ser humano, puedo decir que el espíritu que nos caracteriza... es hacer lo imposible... -por lo menos- probable...



jueves, 25 de junio de 2020

Hace 11 años...

    

    Hoy hace 11 años, estaba recibiendo una llamada de Durango... me preguntaban si estaba disponible para ir a checar una máquina que estaba fallando, pero con la condición de que tenía que contestar inmediatamente o sino tenían que buscar a alguien mas; les aseguré que era cuestión de hacer un par de llamadas y que estaría allá alrededor del medio día...

    Hice las llamadas pertinentes... carro, gasolina y un par de playeras y ropa interior en una mochila para lo que podía ser un par de días o una semana allá.

    En el camino venía anticipando a lo que me podía enfrentar.. cabezales, mangueras, tinta, chip's y demás... todo lo que sé se vería expuesto en un par de minutos u horas, la experiencia que hasta ese momento tenía en un examen de la vida real.

    En el camino en sí, me vi temeroso porque las nubes de lluvia venían tras de mi y yo con la firme convicción de ganarles pues iba a un lugar al cual no conocía o sabía exactamente dónde estaba o si me sería fácil o no llegar.

    Al llegar respiré con alivio, pues prácticamente al llegar a mi destino se soltó una lluvia que duró fácil un par de horas... revisé lo que tenía que revisar, di un diagnostico simple y concreto, la máquina tiene una falla considerable, pero podía echarla a andar por lo menor esos días. Me dieron luz verde para hacer lo que tenía que hacer... 

    En el proceso, cansado de escuchar mi playlist en el iPod-nano escuche un poco del radio de la zona, busqué alguna estación que sonara acorde a mi estado de ánimo... di con una estación que curiosamente estaba poniendo canciones de mi Idolo de juventud y niñez... Michael Jackson. Canciones que me remontaron a muchos y gratos recuerdos de lo que había sido no hace mucho. Disfrute de todo, hasta que llamó mi atención el hecho en sí... "por qué tantas canciones seguidas de él, será que cumple años o que paso algo relevante...?"

    Sí... había fallecido, me lo constato una llamada de un vecino de toda la vida, familiarizado con mi gusto y con su gusto personal... "amigo, tenemos que beber en su honor", solo sonreí y le dije que así había que ser a mi regreso.

    Fue un día normal... un Jueves, un Jueves marcado por muchos significados personales a través de mi vida. Fue el día en que yo perdí a un héroe de mi infancia, a un ser que le daba cierto sentido a mi vida, a alguien que le debía mas que música parar escucha en mi iPod o en un viejo cassette en mi estéreo -que aún tengo-, mas que un par de discos compactos en mi repertorio como "melómano" que me considero, fue alguien a quien admiraba a pesar de todos los rumores e historias que luego se desprendieron del hecho... el mundo era un mejor lugar cuando estaba el en vida... y eso nadie me lo podrá quitar de la vista...

    Porque sí, él le daba un sentido a todo esto... era el Rey del Pop, su majestad... Michael Jackson...


Ser Padre...

    Ser "padre", tiene muchos contextos en mi idioma, todo depende de la charla, de la platica, de con quien o quienes estas, de quien lo dice, de quien lo expresa...

    Ser padre significa tener un buen estado de humor en la fiesta, en la conversación con amigos o con extraños, ser padre significa que tienes una forma peculiar de ver la vida, una que te permite sobrellevar lo que pasa a tu alrededor; ser padre significa un estado Zen que pocos alcanzan, algunos sin querer, otros con la practica o a base de cientos y miles de formulas, pero.. qué es ser padre?

    Ser padre a éstas alturas de la vida, significa mas que eso... significa levantarte a media noche y ver que tu hij@ respira y que sientes alivio al ver que es así; ser padre significa salir todos los días a las calles con la incertidumbre de tener o no un buen día, de tener trabajo para justificar tu sueldo, de no dar problemas y dar mas soluciones; ser padre significa decir "no" cuando uno de tus hijos de ofrece un bocado de su comida con la idea de compartir lo poco o mucho que se tiene y querer que lo coma a pesar de el hambre que puedes tener, de decir "no" para que ellos lo aprovechen de mejor manera; ser padre significa renunciar a muchos de tus sueños, para ayudar a construir el de los tuyos...

    Ser padre significa, sacrificio y rendición de cuentas, sabiendo que la factura que debes a tus padres la pagas con creces con tus hijos; ser padre... significa pensar que tus hijos merecen la pena, mas que tu vida, mas que tus sueños, mas que tus ilusiones, significa que ellos si podrán... si podrán cumplir sus sueños, no sobre tus sueños, sino a través de ellos.

    Ser padre, lo es todo... va mas allá de un amor temporal y pasajero, un amor perpetuo que sobrevive a la muerte, porque con el amor que diste, se reflejará en el sentido que tus hijos den a su vida y a sus futuros hijos; es preparar la senda que tus hijos recorrerán diario; es el fruto del árbol que hoy tu plantas en tu patio, en tu camino...

    Nadie nos enseña a ser padre, no hay un manual, pero es la profesión mas compleja que podemos desarrollar en nuestra vida; ser padre, significa ver en tus hijos la ilusión de un mejor mundo, un mundo mejor que el que a ti te tocó; ser padre es la mejor prueba a la que estamos expuestos, a las que somos sometidos, a las que con gusto puedo y debo rendirme de rodillas a su sumisión...

    Porque ser padre, es darle a un mundo la mejor versión de lo que yo puedo llegar a ser... un mejor ser humano...