Estando en mi típica rutina de Lunes a Domingo, me tomo un leve respiro de todo ello; entre listas de pendientes y cosas por hacer, hojeo redes sociales permitiéndome ver que hacen mis amigos y conocidos; así es que veo de principio a fin fotos de lo que dicen, de lo que hacen y de lo que comparten... de pronto veo una foto que me saca de mis casillas... una foto en la cual aparecen tres de mis mejores amigos...
No estoy yo y no soy parte de lo que en ese momento están viviendo; están de viaje y no supe en qué momento se fueron y lo peor es que no fue requerido en ello, no fui invitado, consultado o por lo menos tomado en cuenta.
Siento como se me suben los colores al rostro y una envidia comienza a invadirme... me digo "y yo como tonto aquí haciendo mi MÁXIMO esfuerzo"; de pronto, todo empieza a carecer de sentido, no tiene caso todo lo que hago, si es que no puedo darme el lujo de disfrutar de los momentos que puedo compartir con la gente que me rodea, a la gente que amo y que están siempre presentes en mi vida.
Dentro de ese arranque, siento toda una gama de emociones... que van desde los celos, la incomprensión, hasta la insatisfacción del carente valor -aparente- de todo lo que hago.
Vuelvo a respirar, porque mi concepto de responsabilidad me obliga a seguir adelante, no por ello dejo de estar intranquilo, me digo "es que yo debería estar ahí... con ellos", pero sigo trabajando completamente desquiciado y con una nueva hambre de acabar pronto lo que estoy haciendo, como si con ello, pudiera yo salir de mi casa, subir a mi auto, marcar por celular, preguntar "dónde están?" y en dos o tres horas, estar con ellos abrazándolos y tomando una nueva foto con el título "me tarde... pero llegué"... pero no es así, sé que no puedo hacer eso, no tengo y no me doy esa pequeña/gran libertad. Vuelvo a respirar profundamente.
Pasan los días...
Poco a poco tomo mi calma y mi ritmo normal de vida, han pasado un par de días y entre tantas cosas que hacer, dejo de lado todo aquello...
En esa misma semana -entre semana- dos de ellos (en diferentes días) llegan a mi casa; yo no saco el tema, pues -aunque me duele- trato de seguir como si nada en nuestra relación de amigos; me dicen como les fue -cada quien por su lado- en su viaje, me dan detalles de lo que hicieron y de su peculiar punto de vista sobre todo ello. Yo, no hago mas que reír con ellos y seguir la charla de lo mas normalmente que me es posible... es entonces cuando sin querer, cada quien por su lado, me da una nueva perspectiva... "cómo ves... tu qué piensas...?" y es cuando yo caigo en la cuenta...
Todos en la vida, tenemos una tarea en del Crew al que pertenecemos, todos cubrimos un "rol" en la manada a la que hemos decidido -por cuenta propia- estar, de la que somos parte. Yo quizá no soy el amigo "viajero", con el que comparten cierto tipo de aventuras, cierto tipo de desafíos; pero soy el punto de referencia al que acuden cuando una cosa "realmente importante" pasa, alguien que saben que estará como "tonto" en el mismo lugar, algo certero dentro de su ajetreo diario, dentro de las inclemencias de su vida, algo que les dice "ya estas cerca de casa"...
Así es que estoy tranquilo -desde entonces- con ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario