miércoles, 4 de noviembre de 2020

Tantas cosas...

    Hay veces que quiero hablar de tantas cosas... cosas que me pasan y que continuamente pasan por mi cabeza, tantas cosas que a veces pierden sentido, vagando de una idea a la otra; cosas que van de lo personal a lo general, cosas que veo, que siento, que quiero y que sé que puedo -o quizá- debo hacer.

    Es una continua pelea, una pelea de la cual no siempre salgo airoso... 

    Últimamente, supongo que exacerbado por el momento que estamos viviendo, por tantas cosas que escucho, que veo y que palpo; por un lado, la información que recibimos diariamente, en lugar de darnos una idea mas general de todo lo que vemos, nos termina confundiendo mas aún. No sabemos distinguir entre lo que es real o lo que es mentira, lo que decidimos creer y lo que decidimos descartar.

    Hace poco escuche a una persona reírse de las creencias de la gente, cosas como los signos zodiacales o sobre la lectura de las cartas, pero... hoy -por ejemplo-, vi a una persona embarazada con un seguro sobre la ropa que usaba en su vientre, obvio recordé a esta persona en tono burlesco, pero... también debemos respetar lo que cada persona desea y quiere creer. Si bien es cierto, esto obedece un poco a la ignorancia de la gente, también obedece a creencias que uno decide o no creer, a cosas en las que uno quiere confiar. Hace mucho escuche algo que me ayudo a respetar el pensamiento y creencias de los demás...

    - No te sentirías tonto, si al morir, te das cuenta de que Dios no existe?

    - Es posible... pero, y si el creer en él me da entrada al cielo?

    - Pero si no...?

    - Y si sí...

    Creo que lo peor que nos puede suceder al pasar por X circunstancia, es pensar si pudimos o no pudimos evitarla con la mas mínima de nuestras acciones; si en nuestra necesidad de respuestas a todo lo que nos pasa buscamos en lo mas absurdo, en lo mas insignificante -al parecer- que pudimos haber hecho.... no sé, no pisar línea -güiño para los que padecen TOC-, persignarte enfrente de una iglesia, no pasar por debajo de una escalera en la calle, evitar un gato negro en la calle o simplemente tocar madera cuando quieres que algo "atroz" no te pase.

    Todo parece válido si te evita preguntas al manifestarse lo impensable.


    Quizá seamos una sociedad llena de supersticiones, pero no descarto que todos -en cierta forma-, requerimos de ella en cierto modo para mantenernos cuerdos en un mundo dónde nadie nos da una respuesta cierta de lo que nos pasa. 

    Es por ello, que no descarto que algo que no es cierto nos puede ayudar a darle forma y sentido a lo mucho que nos puede pasar, así es que seguiré viendo al Cielo con una mano en alto diciendo "no es cierto, sabes que no es personal", cuando sé que digo algo que puede sonar altanero o que va en contra de lo que creo, simplemente por convivir.

    Dejemos que cada quien decida en qué creer...


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