jueves, 27 de mayo de 2010

Desde mi Ventana.


Por lo general mis días son algo complicados, un poco porque yo mismo los complico y otro por la misma naturaleza de mi vida; entre tanta información que llama mi atención, pasando por la música, los vídeos, podcast, proyectos personales, mi familia, el trabajo, los programas de televisión a los que soy adicto y el querer poder hacer todo a la vez, pues muchas veces termino algo frustrado por no tener el tiempo o la disposición de hacer todo lo que quiero y tengo que hacer.

Cuando estoy haciendo algo, voy descubriendo mas cosas que quiero y puede hacer; trato de establecer un orden que me permita hacer las cosas sin tener que hacerlas nuevamente o me obliguen a rectificar lo que hago, no me gusta hacer las cosas a medias, aunque entiendo que hay cosas que se llevan tiempo.

Todos los días trato de medir y respetar los tiempos que me lleva hacer las cosas; para ir al trabajo me tomo 20 minutos antes de la hora, lo cual me permite llegar a tiempo -si no es que antes- y empezar con mis labores diarias; cuando tengo que hacer varias cosas en la calle, pues establezco una ruta que me lleve en una sola línea sin tener que regresar por donde acabo de llegar o sobre mis pasos; cuando veo a mi familia trato de dedicarle tiempo y saludarlos por lo menos; cuando me siento a ver televisión pues casi lo convierto en ritual pues es la hora de ver la tele y la verdad que no presto mucha atención a las cosas que pasan a mi alrededor... trato de no hacerlo tan cuadrado pues eso también es malo, pero trato de tener cierta disciplina sobre las cosas.

En ocasiones son tantas las cosas que traigo en mi cabeza que decido tomarme un descanso -como lo hago ahora-; estoy frente a una gran ventana que da a un patio de buen tamaño, un árbol que es de la casa vecina esta sobre la barda que nos divide y filtra la luz del Sol, el clima esta "rico", el cielo despejado y me permite tranquilizarme un poco; lleno de aire mis pulmones pues no siempre tenemos tiempo ni para respirar, me doy cuenta de que por las prisas diarias hemos dejado de apreciar un bonito día y solo lo extrañamos cuando no lo tenemos. La vida es buena... tiene como todo, sus días con mas ajetreo y sus días con calma desconcertante; no contamos con la capacidad para mantenernos bien en ambos casos.


Vuelvo a llenar mis pulmones de aire mientras algunos de los rayos que filtra el árbol me llegan a la cara, me lleno de una tranquilidad que hace unos segundos no tenía; tomo un segundo aire para seguir con lo diario y sonrío ante lo que viene.

Doy Gracias a Dios por tener la capacidad de "detener" el tiempo.

No hay comentarios: