Hablemos hipotéticamente... hace un par de días, una persona de nombre Salvador recibió un disparo en la cabeza; jugador de futbol, seleccionado, popular entre amigos y conocido de mucho mas, buen hijo, buen hermano, buen vecino... ¿de quién estoy hablando? muy posiblemente estarás pensando en Salvador Cabañas el jugador de las Aguilas del América, el "mariscal", el jugador que estaba convocado a ser una de las estrellas del próximo mundial... pero no, quizá y solo quizá -recuerda que estamos hablando de forma hipotética- es el nombre de uno de los pobres adolescentes que perdió la vida el fin de semana en Ciudad Juárez y que aún no es reconocido... él, -como algunos otros también- jugaba futbol, era seleccionado de su escuela, era un hijo amado por sus padres y hermanos, querido por sus amigos, y con toda una vida por delante. ¿Por qué ha de ser mas importante uno que otro?
Todos sabemos lo que le paso a Cabañas... es un hecho lamentable para el futbol nacional e internacional; pero debemos de analizar si le estamos dando el debido peso a este hecho. Este caso es como muchos mas que ocurren diariamente en nuestro país sin la menor difusión y con menos reflectores encima. ¿No es esto preocupante? que si ya de por si nos tienen atontados los medios con telenovelas para quitarnos la atención de las cosas que le pasan diariamente a nuestra sociedad como para todavía estar al pendiente de un solo personaje que ni es Nacional y mucho menos del gusto de todos.
Todos los días estamos al pendiente del estado de salud de Salvador Cabañas, y vemos imágenes de apoyo para el, pancartas en el estadio, lonas que llevan los jugadores, tatuajes temporales en los hombros de nuestros "héroes" locales -según sea nuestro equipo de futbol- y hemos olvidado que esto pasa a diario y que nuestras autoridades no hacen nada al respecto; que quizá mañana no tenga comparación con lo que pasa el día de hoy en nuestro país sino que sea mucho peor. Que mañana ya no tengamos mas pequeños Salvadores, Jorges, Pacos que llenen las calles o parques con un pequeño balón de futbol en sus pies y con un futuro lleno de campeonatos. Pon atención en lo verdaderamente importante... despierta!
Y dime... ¿tu en quién pensaste?
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