Un pequeño respiro te puede salvar de tus demonios...
Una persona normal puede vivir sin comer (en promedio) hasta 3 meses; una persona puede sobrevivir de 3 a 5 días sin beber agua; una persona no soporta mas de 2 minutos sin aire. Obviamente son muchas las condiciones que puede variar estos datos, pero estamos hablando de términos generales, he ahí la importancia de saber respirar.
Al momento se han desarrollado muchas técnicas para respirar, que van desde la relajación hasta para mantener la temperatura del cuerpo al ser expuestos a situaciones de frío extremo.
Hace tiempo, una persona que nos daba una platica para padres, nos explicaba que el proceso de un fumador al momento de darle "el toque" a un cigarro no era mas que el ayudar al cuerpo a relajarse, lamentablemente acompañado de las toxinas que lleva el proceso de la elaboración del cigarro, pero que estaba mal asociado. Al momento de aspirar, mantener y soltar el humo, se estaba llevando a cabo un proceso parecido al de la meditación por los tiempos que conllevan cada uno de los pasos. Es por ello que muchas personas al momento de encontrarse en situaciones de preocupación o estrés fuman; personas con sensación de frío, fuman; personas que necesitan un cigarro antes de ir al baño para evacuar mejor, fuman.
El poder respirar correctamente es equivalente de vida; lo primero que hacemos al nacer es respirar; al momento de encontrarnos en un problema respiramos; al momento de encontrarnos en una situación de peligro quizá hasta la mantenemos para poder reaccionar a tiempo y luego damos un gran respiro.
Hace poco me contaba circulando sobre un puente de tan solo 2 carriles; iba por el carril izquierdo pues venía pasando dos o mas vehículos que se encontraban a mi derecha. De pronto, otro vehículo a exceso de velocidad me da alcance y se me pega de manera imprudente, me "avienta" el carro; yo continuo mi trayecto con la misma velocidad, vigilando la distancia que trae el carro de atrás. Al bajar el puente, busco la distancia prudente del vehículo a mi derecha para cambiar de carril y darle paso al que va detrás de mi. Apenas teniendo la distancia conveniente para hacer yo el cambio de carril, el carro detrás de mi se le cierra al de la derecha, acelera e imprudentemente se me cierra ahora a mi para ir en mi carril.
En una fracción de segundo, cuando se me cierra, me invade la idea de acelerar y golpearlo en su defensa, lo que muy probablemente lo hubiera desestabilizado y provocar un accidente en el que le hubiera tocado la peor parte, mi argumento hubiera sido "legitimo", él se me cerro y yo lo toqué sin querer.
Fue un impulso tan rápido que lo único que le pudo dar alcance fue un suspiro que me invito a la prudencia y el reaccionar a toda la situación de otra forma y perspectiva.
No sabía que pasaba por una emergencia personal, la cual no le había permitido dimensionar los peligros a los que estaba exponiendo a todos los ahí involucrados; quizá tenía un problema estomacal y estaba pasando -precisamente en ese momento- por ese sudor frío que parece "a propósito" se intensifica cuando te sientes cerca de casa o en un lugar seguro; quizá iba a casa porque su esposa había roto fuente y no había nadie que la pudiera auxiliar y al ser papá primerizo se preocupa de mas; quizá su patrón estaba a punto de despedirlo si no lo llevaba el reporte en el cual había trabajado durante los últimos 3 meses y que significaba el que le aceptaran un proyecto millonario que significaría la salvación de la empresa y de todos sus trabajadores, tras dos años de pandemia, la cual los había afectado gravemente; quizá y solo quizá... simplemente es un imbécil que piensa que nada mas que sus cosas son importantes y que se siente con el derecho de asustarnos con su imprudencia y se atiene al sentido común de los demás conductores.
Sea como sea, un pequeño respiro me salvó de mis propios demonios y evito que ese pequeño impulso de maldad "justificada" hubiera ocasionado un gran accidente.
Respirar lo es todo...
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