La definición de prejuicio dice que es una opinión previa y tenaz, que por lo general es desfavorable, acerca de algo que se conoce mal. Podríamos también entenderlo como un mecanismo de auto-defensa ante lo desconocido, aunque también podría obedecer a conceptos que vamos adoptando de las personas a nuestro alrededor en base a sus vivencias o a prejuicios también adoptados.
Últimamente es mas evidente en las redes sociales; todo mundo emite un juicio desde el anonimato que te dan las mismas, que es alimentado por la ignorancia y las ganas de su voz sea escuchada sin la necesidad de verse expuestos, con argumentos que a veces escapan de toda lógica o carecen de argumentos legítimos.
Así pues, hablamos por hablar, con el derecho que de da tener boca y carentes de toda razón, "se habla porque se puede, no porque se debe".
Hace poco un problema de salud afecto a una persona que ofrecía su producto en mi colonia, haciendo imposible su trabajo como lo venía haciendo los últimos 40 años -por lo menos- y la familia, al verse en esta situación, hicieron la invitación a que ahora sus clientes acudieran a su domicilio, así es que agregó la dirección y los horarios desde los cuales podíamos acudir.
Muchos de nosotros, primero preguntamos por la salud de la persona y hasta nos comprometimos a acudir al llamado. Obvio, hubo personas que no lo hicieron, o argumentaron la falta de tiempo o quizá y sin decir nada, optaron por conseguir en otro lugar, todo sea por la comodidad de cada quien.
Sinceramente yo quise ayudar, mínimo consumiendo el producto, no importando el tiempo o la distancia que me llevara llegar allá -que sinceramente no es mucho-. Creo que dentro de la congruencia que debemos manejar, debe ser el ayudar a quien por mas de muchos años -ya mencionados- ha acudido a su cita con sus clientes a pesar del frío, del calor e incluso -de las escasas- lluvias.
Pero hubo un comentario que llamó mi atención; una de las personas al ver la dirección, lo primero y único que comentó es que en esa colonia, robaban, apuñalaban y mataban, así es que él no acudiría. Seguramente mas de una persona al ver el comentario sopeso el riesgo de ir o no ir a la colonia de la persona, pero... antes de hacer mas grande la discusión o darle valor al comentario con mi reacción, me pregunte -para mis adentros- "cuántas veces habrá ido a esa colonia y fue robado, apuñalado?", descarte de inmediato la muerte, pues sería imposible para su alma "vagabunda" tener accesos a las redes sociales....
Si bien es cierto, tenemos muchos problemas de seguridad actualmente y los tiempos han ido acrecentando la problemática económica en muchas familias y no nada mas en esa colonia, sino en el municipio, los estados e incluso el país. Nadie es ajeno a tener un susto por el estilo, pero lo único que podemos y debemos hacer, es poner mas atención en dónde estamos, con quién estamos, a qué hora vamos y qué en nuestra apariencia nos puede hacer susceptibles de una situación de peligro.
Tengo meses que puntualmente voy -en promedio- una vez por semana, siempre pongo atención en dónde estoy y no me siento ajeno a la problemática, solo que lo hago desde la discreción de solo ir a lo que tengo que ir... a ayudar a un amigo que necesita de mi consumo para el sustento de su familia y -obvio- a disfrutar de su producto.
Seguramente esta persona hizo el comentario desde su ignorancia o quizá desde la ignorancia heredada, desde los prejuicios que carecen de fundamentos o simplemente desde sus dolores, que esos si, no dependen de dónde vive, sino desde el encierro de sus miedos.
No hablen solo por hablar, háganlo con razón de causa, desde su conocimiento o simplemente si no van a aportar algo bueno, no se sientan con la libertad de aportar nada. "No rompan la belleza del silenció, a menos de que aporten bellas palabras"...
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