Hay una pequeña etapa en la infancia en la cual tus padres son "todo poderoso", así es que es muy determinante en la vida del individuo; lo que ellos dicen es la única verdad que conocemos. Quizá por ello es que de grandes tenemos tantos traumas asociados a esta etapa y también en la siguiente, cuando te das cuenta de que también ellos también se equivocan -sin querer-.
Todos tenemos traumas asociados a esa pequeña/gran etapa, en la que nuestra forma de ser va asociada a la aceptación de nuestros padres.
Obviamente los padres hacen lo mejor que pueden -y se agradece- pero no por ello es igual que hacerlo lo mejor posible. Muchas veces -sino es que todas- ellos pueden determinar el futuro de sus hijos. Si te dicen "estúpido" tu te lo vas a creer, cosa contraria, si te hacen creer que eres un genio, lo serás, a pesar de que tus calificaciones así lo demuestren.
Obedecemos a las creencias propias y mas de nuestros padres, mas que de los estímulos de nuestro entorno; tus amigos pueden pensar que tienes una buena vida, pero si nosotros no lo sentimos así no existirá, si nuestros profesores nos ven potencial, no existirá si nuestros padres no nos lo hacen sentir así.
Somos el reflejo de lo que nuestros padres ven en nosotros, así como puede ser bueno, puedes ser muy malo.
En ocasiones nuestros padres, producto de sus miedos, no confían en la buena vida que podemos -o no- llegar a tener si perseguimos nuestros sueños y tratan de conducirte a lo que ellos consideran lo que puede ser; "estudia medicina", "sé como tu tío que es ingeniero", "los profesores trabajan medio día y tiene un buen retiro".
Hay extrañas combinaciones en las cuales los padres -aún con miedo- dicen sí a los sueños y aspiraciones de los hijos aún "sobándose" del posible golpe que ellos se pueden dar y que en la mayoría de los casos, apuestan por el "perdedor" que por la simple confianza los lleva a la senda del triunfo, por lo menos en lo personal.
En ocasiones no depende tanto del recogimiento exterior, sino del concepto personal de lo que es el éxito. Una persona puede ser feliz, simplemente con el hecho de sentirse exitoso, a pesar de que su entorno no lo reconozca así.
Necesitamos mas personas felices que exitosas, el concepto personal debe de estar por encima de lo que el concepto general entiende por "haberlo logrado". Hoy mas que nunca necesitamos soñadores, n o importa que sus sueños sean el de los demás.
Así es que sí tienes hijos, diles que si a todo lo que ellos sueñan, no importa que a tu mano tengas merthiolate para cuando ellos caigan y sangren, diles que sí a sus sueños y no los limites en base a tus pesadillas.
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