Hace poco escuche o leí una de esas frases que encierran un gran mensaje...
"Un hombre inteligente aprende de sus errores,
pero un hombre sabio, aprende de los errores de los demás"
O al menos era algo así.
Dentro de los nuevos espacios que me estoy creando o de los cuales estoy siendo parte, platico, convivo y escucho a gente diferente, todo mundo tiene algo que decir, algo que aportar. En ocasiones creemos o etiquetamos a la gente con nuestra muy pequeña visión y seguimos con nuestra vida sin hacer una revisión periódica de esa "etiqueta". La gente cambia, la gente se modifica, no con ello quiero decir que sea otra persona, sino que saca lo que en ella estaba oculto, guardado, lo que realmente llega con la madurez de los golpes que da al vida.
Siempre tenemos en mente hacer de nuestra vida un drama, aunque no lo digamos o digamos todo lo contrario, siempre tiene que haber en nuestra mesa ese condimento que le da un sabor especial, ese extra que le da un sabor diferente a lo que consideramos parco o insípido. No digo que no sea bueno o que sea malo, simplemente pienso que no sabemos hasta cuando parar; sería como cuando -por poner un ejemplo- le ponemos sal a nuestra comida sin antes haberla probado, quizá es una maña que nos queda porque la comida en casa siempre fue desabrida para que nosotros le pusiéramos la sal "al gusto" pero no tomamos conciencia que estamos en otra casa y son otras las reglas, hasta que probamos nuestro primero bocado con algo de sal "de mas".
Así pasa con nuestras vidas; no siempre sabemos parar con el drama que le damos, no siempre sabemos que tan malo es el exceso y no siempre sabemos que tan poco es suficiente, siempre queremos mas y creemos que es necesario para vivir.
Dentro de éstas charlas, el saber que hay gente con el mismo tipo de problemas que se me han presentado, pero con otra forma de resolverlos o de vivirlos, me ayuda a darme cuenta de que hay mas posibilidades que las que mi limitada visión me permite percibir. Hay muchas personas que -al igual que yo- tratan de anticipar futuras situaciones y deciden no sufrir o no hacer drama por ello. No con ello quiero decir que no se permiten vivir o que no se permiten equivocarse, sino que saben perfectamente marcar los límites para si mismos. Supongo que tiene que ver con el conocimiento de su persona o con la "psicología" de las relaciones que han tenido, ha ciencia cierta no lo sé y sería como buscar la explicación del porque somos así, un sin fin de posibilidades y espacio para solo una respuesta que no necesariamente es la mas acertada. Con ello dan por sentado el sufrir ahora poco y no mucho después, aunque no por ello deje de doler.
Creo que esto da un claro ejemplo de que tanto es suficiente y que entienden que tanta sal le hace falta a su vida. Yo por mi lado estoy aprendiendo a hacer lo mismo con la salsa que es lo que a mi me da sabor, que aumente el sabor pero que no me deje "enchilado". Me debo de enfocar en otro tipo de sabores...
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