Hoy por la mañana leí que no era día para felicitarlas; al principio no entendí exactamente a lo que se refería, pues en estos tiempos una misma cosa puede significar muchas dependiendo del contexto y del punto -particular- de vista de cada un individuo. Supongo que de nada sirve felicitar a alguien, si es que no vemos por sus derechos e igualdad -en todos los aspectos- el resto del tiempo.
Sé que no soy un buen ejemplo de ello, pues vengo de un contexto diferente, uno que no paso hace mucho y que lamentablemente dejaron una huella inconsciente de mi ser; que a pesar de que trato de erradicar, en ocasiones es complicado sin una verdadera consciencia de ello. Obviamente el tener grandes y valiosas mujeres a mi alrededor ayuda en ello.
En ocasiones los demonios que aún predominan en nuestra sociedad, son las que terminan contaminando al colectivo, es por ello que debemos de ser mas sensibles a los comentarios, necesidades y circunstancias de muchas de las mujeres con las que convivimos y de la misma forma -a petición personal- que las mujeres sean mas consecuentes con nosotros que somos mas literales con las cosas y no entendemos un "no me pasa nada" cuando llegamos a preguntar que es lo que tienen.
La riqueza de nuestra sociedad, no esta en las cosas en las que estamos de acuerdo, sino todo lo contrario, esta en el punto de vista diferente al mío porque ello me ayuda a percibir un ángulo diferente que antes no percibía y con ello me enriquece.
Así es que veamos a las mujeres y hombres, no como un complemento, sino como parte de un todo que somos como comunidad, estado, país, continente y especie.
La riqueza radica en nuestras diferencias.
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