miércoles, 16 de marzo de 2022

A regalar manzanas...

    Si quieres ser un mejor persona debes de regalar tus manzanas...

    En Noruega si cosechan mas manzanas que la propia demanda, cuelgan bolsas en sus cercas para quien las quiera las puede tomar sin pagar nada por ellas, así de simple, así de fácil. Prefieren que alguien las aproveche en lugar de verlas echarse a perder.

    Quizá es una idea que va en contra del capitalismo al que estamos acostumbrados y hasta puede ser visto como una aberración al sistema. No faltará incluso quien te rete al decirte que "si estas dispuesto a regalar tu trabajo", pero pregunto... estas dispuesto a ver cómo se echa a perder ese mismo trabajo que estas defendiendo?

    Hay muchas maneras en las que podemos replantear nuestra forma de trabajar e incluso de cobrar; conozco el caso de una persona que durante años -y según su balance-, solo vende lo que necesita vender para sacar "el diario". Es probable que pueda vender mas en base a la demanda que tiene X día, pero también corre el peligro que según ese promedio, el día Y se eche a perder su producto porque no se vende igual, así es que decidió vender solo la cantidad de su producto que necesita sacar diariamente para tener una "buena vida". Hoy no entraremos en la definición de "buena vida" porque puede significar diferentes cosas para diferentes personas, algunas parecidas y otras diametralmente diferentes.

    Esta persona quizá no tiene etiqueta para el planteamiento que se marcó hace mucho tiempo, es un concepto al que yo llamo "suficiente"; suficiente para darse la vida que el quiere o con la que aspira, con la que sueña, con la que le permite levantarse a cierta hora y dormir a cierta hora, la que le da tranquilidad de dormir plácidamente cuando así lo desea, sin darse cuenta, él ha creado su propia utopía.

    Hace poco también me di cuenta que empresas como Amazon prefieren destruir sus productos antes que rebajarlos y no ver la ganancia que tenían proyectada con su venta, así es que imaginen el impacto que tiene en su propia economía y en la ecología mundial.

    Podrán parecer casos extremos, pero ambos entendidos de buena forma, pueden cambiar el concepto que tenemos de lo que vendemos y cómo es que lo vendemos.

    Así es que hay que producir solo lo que necesitamos a un precio justo y razonable para tener el impacto necesario en nuestro bolsillo y en la conciencia del mundo que nos ha tocado vivir.

    Por lo pronto, yo solo produzco las manzanas que puede vender, es un ejemplo que quiero seguir...


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