martes, 22 de marzo de 2011

My Room...


En mi cuarto...

Mi cuarto son cuatro grandes paredes pintadas del color de mi locura, quizá con un tono ligero de paz y tranquilidad, el techo es alto y da la impresión de amplitud; no tengo cuadros en esas paredes pues no les veo caso, solo hay imágenes que están en mi cabeza y los cambio continuamente pues lo que menos quiero es caer en la monotonía que genera lo estático.

Mi cama es amplia, cubierta con una colcha del mismo color de la pared, las almohadas sirven tanto para descanso como para dar compañía a mi soledad, en ocasiones las pongo en formas poco convencionales, pero eso no importa, porque en mi cuarto no hay nada convencional.

No tengo mas muebles, una duela cubre el piso, no hay sillas, no hay mesas, no hay nada... no hay porque no es necesario.

Se siente un viento fresco que entra por mi gran ventana, baila con mis cortinas, llega hasta mi y me acaricia la cara. Rayos de Sol se cuelan también, filtrados a través de un árbol grande que esta a lado de mi cuarto, baila también con el viento y me habla del significado del tiempo, de lo realmente importante.

Mi ventana solo deja entrar el murmullo que generan el tránsito de la gente por las calles cercanas, no importa que pase afuera, yo estoy tranquilo en mi cuarto. Esa misma ventana, al contrario de lo que hace con el pasar de las prisas en todas direcciones, por las noches me permite escuchar la ilusión de una pareja, que arropados por el cielo estrellado, hablan, se enamoran, se hacen promesas que parecen tan tangibles que casi las veo, me ilusiono junto con ellos y les ayudo a formar sus castillos sobre las nubes.

En mi cuarto las ideas fluyen de un lado a otro, conviven con mis corajes, ilusiones, decepciones, todo en santa paz, no tienen conflicto una con otra pues en ciertos momentos, de ciertas ideas, unas a otras se alimentan, se pelean, ríen, se despiden para luego volverse a encontrar.

He llegado a pensar en quedarme siempre en él, de no volver a salir jamás, lejos de las injusticias, odios, avaricias que imperan afuera, el Mundo es cruel y estamos destinados a vivir en una soledad acompañada. pero entiendo que también me perdería de lo que realmente vale la pena... de un Sol que me abraza calurosamente cada que me encuentra, me perdería de la sonrisa del niño que pasa a mi lado, de la carcajada acompañada de un buen amigo, de el abrazo afectuoso de un familiar, del olor de la vida, del sabor de la sal de este Mundo que somos nosotros.

¿Qué haría yo con una paz que no entiendo?


De vez en cuando, solo cuando lo necesito, regreso solo a mi cuarto a ver como se ve desde dentro, a encontrar la paz que necesito para enfrentar mis guerras diarias, las ilusiones que tengo se reafirman, mientras mis dudas se derrumban solo un poco, pues necesito esa coherencia para no volar sin alas, pues la caída puede ser fatal.


No hay mejor lugar que mi cuarto; supongo que todos tenemos uno, quizá el mío es el mas peculiar, pero supongo que también es el mas extraño, el mas raro, el que invita a la locura que impera en mi cabeza y a la necesidad de soledad que permita crecer mis ideas...


Como sea... cuando quieras me puedes visitar, que en mi cuarto hacemos falta mas locos con algo de coherencia...

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