¿Qué es lo que podemos platicar con amigos con los cuales ya no compartimos el mismo entorno?
Ya no compartimos el salón de clases, las presiones de exámenes y los corajes contra ciertos maestros -que según nuestra apreciación- nos hacían la vida imposible. Dejamos atrás las platicas sobre lo que hicimos después de un Verano, dejamos las charlas de apoyo por lo amores perdidos y dejamos de compartir el pasar de las horas uno al lado del otro.
Ahora que los veo, los veo un poco diferentes, siguen siendo ellos mismos, pero con otra expresión, algunos se aferran a un pasado, otros disfrutan su presente y otros quizá ven hacia el futuro; todos y cada uno de ellos, pueden tener o no razón en hacerlo, pero todos vemos en diferentes direcciones. ¿Qué es lo que me ata a ellos?, ya no saben mucho de mi y yo tampoco de ellos, ya no sufrimos por las mismas tareas y el pasar de los años me ha demostrado que la distancia -aunque relativa- marca una gran diferencia cuando dejamos que los compromisos sean un buen pretexto para dejar de vernos.
Aún así, cada que puedo -y ellos me lo permiten- corro con gusto a verlos, me gusta ver en lo que nos estamos transformando, porque gracias a ellos, puedo ver mejor mi reflejo y saber que lo que hago, esta bien o esta mal, ver en sus caras que a pesar de nuestra expresión un poco mas cansada, siguen viendo en mi como yo en ellos, un amigo y compañero de vida.
¿Qué es lo que podemos platicar con amigos con los cuales ya no compartimos el mismo entorno?
Pues lo mismo que siempre... renovamos la sonrisas y preguntamos un "cómo te va", un "qué haces ahora", recordamos a los que faltaron y nos burlamos un poco de ellos, mantenemos vigente la preocupación el uno por el otro, quizá ya no nos pasamos las tareas o compartimos proyectos, pero ahora compartimos todo un Mundo y nuestros miedos e inquietudes hacia ello, buscamos en la sonrisa del otro el saber que todo va a estar bien, que a pesar del tiempo y la distancia cada uno de nosotros lucha desde su propia trinchera, con sus propios demonios e incertidumbres, pero también sabiendo que hay alguien allá afuera que un segundo, de algún día cualquiera, se pregunta y se preocupa por ti.
Porque quiero que sepas que donde estés, en este momento desde donde estoy... en este mismo segundo , estoy pensado en ti... Gracias por dejarme ser tu amigo y gracias por darme el honor de poder ser el tuyo...
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