Claro que entiendo que no todo es para siempre…
Es obvio, no se pueden contener cosas en crecimiento o en movimiento por mucho tiempo; es natural que las cosas cambien para bien, aunque éste “bien”, no siempre sea para todos.
Así es que no te preocupes, claro que entiendo…
Solo te pido un segundo de tu tiempo, un poco de atención, a final de cuentas, creo que nos lo merecemos.
Trata de contener en un solo chasquido todas las risas que hemos compartido, las charlas a media noche al teléfono, bajo un árbol, en medio del tráfico mientras llegamos a cualquier lugar, busca todos los reclamos, los gritos y las maldiciones porque también son parte de eso que compartimos; dame en un segundo el tiempo que paseamos por la calle, no importando que fuera Lunes, Miércoles, Viernes o cualquier día de la semana, en cualquier mes, de cualquier año en que nos hemos conocido y crecido juntos; dame una brisa que encierre todas las emociones de los besos, las caricias y el dolor de un breve adiós, la soledad de la distancia y la emoción de vernos aunque sea a lo lejos; en una sola nota, dame todo el sonido de las melodías que compartimos, las que bailamos, las que dedicamos y que nos dolieron, dame de ellas la mezcla perfecta de todo lo sufrido, querido y añorado; dame en un destello el brillo de tus ojos cuando están entrecerrados y me miras, dame el olor de tu cabello cuando me abrazabas y el brillo que provoca en tu cuello una tarde calurosa, deposita en él mis ojos con todas sus facetas al verte, con el enojo, con la rabia, con la ira, pero sobre todo, con la ilusión que provocabas…
Deposita todo eso en un pequeños sobre que deslizaras bajo la puerta al escuchar el click que hagas al cerrarla.
Después de que hagas todo eso -si es que puedes-, ten por seguro que entenderé que te debo dejar ir…
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