Será cosa extraña, jamás quise ser el centro de atención, o al menos, no de esta manera... Uno siempre lucha por que las personas nos volteen a ver y que nos regalen un poco -o un mucho- de su atención. Esta vez, no, no era como yo hubiera querido, pase de se un simple mortal a un objeto extraño, digno del análisis de los grandes expertos.
Me veían como una cosa rara, algo extraño ocurría conmigo, bien bien no lo sabía, pero todo Mundo repentinamente tuvo un gran interés en mi.
Mandaron llamar a un Sacerdote, no podía ser posible que Dios, en su infinita sabiduría, haya creado tal tipo de abominación, como Dios había sido capaz de crear algo tan imperfecto dentro de la perfección del cuerpo del ser humano; el no obtuvo respuesta solo pudo realizar oraciones, tomo mi mano y pidió por mi y mi familia.
Entonces llamaron a un Erudito, quizá el contaba con algún antecedente de algo similar, él solo vio con gran atención y después de un rato de meditar solo dijo que era imposible, que era un caso bastante extraño y que el no contaba con la respuesta, que preguntaría con sus colegas, pero que quería saber mas.
Mandaron llamar también a un ingeniero, él con su conocimiento de los sistemas simples y complejos, quizá podría entender qué es lo que estaba pasando, como es que un sistema puede suplir a otro o como es que algo puede realizar la función de otra cosa; solo se digno a hacer llamadas por su celular con algunos de sus colegas -supongo- y a frotares la frente una y otra vez.
Mandaron luego a un mecánico, el hizo una comparación de las partes del cuerpo humano con un motor de combustión interna, explico sus partes y la similitud a las del cuerpo humano. A final de cuentas las respuestas mas simples vienen de las personas menos acomplejadas y con experiencias diferentes.
Así vi pasar uno a uno un sin fin de personajes de diferentes ramas, diferentes formas de pensar y de procesar esta realidad que nos aqueja, todos y cada uno de ellos se fueron con mas dudas que respuestas, con mas teorías que realidades y con una gran pregunta ¿cómo puede ser posible?
Fue entonces cuando por fin, después de haberme mantenido al margen de toda pregunta, con una gran angustia que crecía y crecía con la entrada de cada persona que había sido solicitada para generar alguna respuesta, tome el valor necesario y le pregunte al doctor.
- Por favor Doctor, digame, ¿qué es lo que me pasa?
El doctor volteo a verme con una gran preocupación y me pregunto:
- Joven, ¿cómo es que se siente?
- Bien dentro de lo que cabe, solo he tenido una pequeña molestia en mi pecho, una que no me deja dormir por las noches y que me roba el aliento en el transcurso del día, siento que algo me falta, que algo me han quitado; siento que en ocasiones la desesperación hace que piense de forma irracional y que quiera morir, pero solo es por leves lapsos, solo cuando mi mente me hace viajar y las imágenes que vienen a mi del "quizá", de las miles de posibilidades que puedo hilvanar.
- Pero... no le han hecho nada, no ha sufrido usted algún accidente, algo diferente y extraño.
- No doctor, hasta hace poco siempre me considere una persona normal, hasta gozaba de una salud envidiable y siempre pensé que era gracias a mi buen entusiasmo, pero por favor, digame, ¿qué me pasa?
- Para serle sincero, no lo sabemos, no puede ser posible que usted este aquí conmigo platicando; no puede ser que usted este consciente o que si quiera este vivo. Grandes personas han hecho viajes largos solo para verlo a usted y a sus peculiares síntomas.
- ¿Pero qué es? ¿acaso voy a morir?
- La pregunta no es si va a morir, sino por qué esta usted vivo.
- ¿Tan mal estoy?
- No, todo lo contrario, no puede ser posible que usted este tan bien siendo que no esta completo.
- Por favor doctor, digame lo que pasa...
- Joven, después de haberlo valorado, después de todos los estudios realizados y de un sin fin de teorías no podemos entender como es que usted vive sin su Corazón.
- ¿Cómo?
- Si, usted carece de Corazón y ello no puede ser posible...
Fue entonces cuando comprendí todo...
Fue entonces cuando comprendí todo...
- Claro que es posible Doctor, ¿qué acaso nunca se ha enamorado? ¿qué nunca ha tenido las ganas de morir con la simple idea de perder a quien ama? ¿que nunca los recuerdos o han atormentado por las mañanas, tardes y noches? ¿que nunca ha buscado entre la multitud esa cara familiar que le saque una sonrisa? ¿qué nunca ha querido regresar el tiempo solo por volver a estar con ella? ¿qué nunca ha deseado que ella este con usted de nuevo?... No doctor, quizá el que esta muerto aquí es usted, porque pienso y siento que aquí el que esta mas vivo que nunca soy yo.
Poco a poco abotone mi camisa, aún con el gran hueco en mi pecho, no sabía bien a bien si es que algún día me recuperaría, pero sabía que si algún día lo hacía, sería un poco mas fuerte y un poco mas entero. La vida nos da pequeñas lecciones dolorosas, solo para que sepamos que el Amor es verdadero y que va mas allá de todo entendimiento y de toda razón.
Entonces comprendí que yo mismo había sido culpable de lo que me había pasado, que no basta con enamorarse de quien sea o como sea, entendí que hay que escoger bien de quien lo hacemos, y que ese alguien nos ame igual, sin reproches, sin amarguras, sin revanchas. Yo por mi parte estoy dispuesto a soltar mis rencores, pero no a olvidar, porque así mantendré el dolor que me provocaron sus labios y el ardor de sus palabras de amor, así recordare como es que me amo y le ame con tanto dolor que hasta puedo decir que fui feliz...
Al despedirme del doctor, solo susurre... Solo deseo que el templo de mi amor que es su cuerpo no sea profanado por un vil ladrón...
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