viernes, 23 de septiembre de 2011

Mi Viejo Conocido...

Los Demonios y Fantasmas regresan, me hablan de un tiempo que creí haber olvidado. Su sombra me cubre con su manto, me abraza y me susurra al oído gritos de locura y desesperación; intento quitarme a como de lugar, pero al parecer reconozco su esencia, me resulta familiar. Me quedo inmóvil, quizá el miedo no me deja reaccionar o quizá sea que quiero ver que puede pasar.

Su aliento me provoca escalofrío, del que te cala, del que no te deja dormir; tiemblo y no hay calor en  mi cuerpo que me permita resistir, no se si darme por vencido o buscar desesperadamente una voz que me ayude a seguir...

La madrugada solo ayuda en mi desconcierto, las sombras que se proyectan desde una luz difusa no me permiten distinguir entre lo que es verdad y mentira; mi mente juega conmigo y mi razón parece haber desaparecido.

Escucho una voz que me despierta, es cuando tomo conciencia de que realmente estaba dormido, ¿pero qué es lo que me dice? trato de seguir escuchando el extraño mensaje; camino a la cocina por un vaso con agua y busco en la tranquilidad de la sala el medio adecuado para seguir escuchando el mensaje. ¿Será que estoy permitiendo que el demonio me hable o será que escuche algo de la voz que me permita seguir?

La voz se apago... es cuando el Demonio sigue su ardua tarea...

- ¿Me recuerdas...? soy yo, yo quien te tuvo de presa hace algún tiempo, no creas que me he olvidado de ti, simplemente que tenía otras cosas que hacer y te deje respirar, solo para mantener algo de fe en tu corazón, lo suficiente para que me sigas dando placer. 

Y tiene razón, le reconozco...

- Aún recuerdo tus gritos de desesperación de pequeño, no sabes lo bien que me hacían sentir y el gozo que me provocaban.

"¡No! no Papá, no sirvo para nada, ¡¡¡soy un inútil!!!"

Mientras mi papá hablaba con palabras que trataban de reconfortarme, yo solo lo podía ver a el, no se bien que veía en sus ojos, pero no podía dejar de verlos, su hipnótica mirada me esclavizaba.


Y tiene razón... ahora es cuando no le encuentro razón a mi existencia, no sé hacer muchas cosas, y las que sé parecen poco relevantes, mi carácter no es el adecuado como para provocar respeto y mucho menos misericordia. No he provocado el suficiente cariño y amor de quienes me rodean como para no lastimarme, mucho menos para compadecerse...

- Es tu miedo el que me mantiene vivo, es por ti por quien he venido; al matar tu fe en lo que crees como cierto y verdadero, me haré dueño de tu conciencia, ya no habrá bien ni mal, solo habrá... es una libertad que te estoy ofreciendo, dejarás de sufrir y solo se hará lo que quieras, ya no mas dolor, ya no mas "no esta bien".

Me resisto, este tipo de locura que ya antes me ha tocado no me agrada, pienso en las circunstancias de mi presente y veo que todo me ha conducido a este momento; ¿será que es el siguiente paso? no tengo ni la mas remota idea de que es lo que venga y si este es el camino que debo de seguir, no sé si sea el mas fácil o el mas complicado, simplemente que no sé distinguir en este momento lo bueno de lo malo, mi egoísmo o de un reclamo verdadero, mi derecho o mi obligación...

Ya no quiero hacer mas daño, pero al mismo tiempo reclamo que ya no me lo hagan... a nadie parece importarle, nadie parece entenderme...

Lo que mas me preocupa no es este demonio conocido, sino que realmente este considerando su oferta...

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