lunes, 24 de junio de 2024
Conocí a un muchacho...
Para llegar a donde mismo...
Si describimos brevemente lo que hace algunos años teníamos que hacer para disfrutar de ver la televisión, lo podemos sintetizar de la siguiente manera:
1.- Comprábamos el televisor
2.- Conectábamos el televisor
3.- Sintonizábamos el canal (y ajustábamos la antena para una mejor recepción)
4.- Y a disfrutar...
Aunque parece toda una vida de aquellos tiempos y que incluso muchos de los que hoy leen este blog no estén familiarizados con tal tarea y que parece de una era muy distante, como cuando aún convivimos con los dinosaurios (jajaja), pues no hace mucho aún lo hacíamos de forma regular.
La tecnología -al menos en teoría- nos dice que vino para mejorar nuestra calidad de vida y que hoy en día es cuando mas contenido podemos disfrutar desde la comodidad de muchos de nuestros dispositivos móviles, que van desde laptop's, tabletas, smartphones y llegando a televisores inteligentes, que lo "único" que necesitan es una conexión estable a internet.
Hoy en día hay muchas plataformas que empezaron de una forma pasiva a brindarnos contenido a un bajo costo, sino es que sin costo alguno, pero hoy era día todo eso quedó muy atrás; hoy las plataformas, aunque pagándolas, ahora nos brindan comerciales y pausas para vendernos y en cierta forma obligarnos a comprar el siguiente nivel para disfrutar de algo que ya teníamos, que es la oportunidad de ver las cosas cuando las queremos ver, en donde las queremos ver y con las queramos ver.
Así es que la nueva "dinámica" cambio un poco, pero se hizo aún mas compleja...
1.- Compras el televisor (que tiene que ser inteligente).
2.- Lo Conectas...
3.- Lo configuras, obvio tienes que tener servicio por internet, que aunque ya no ves el cable, muchas veces ya viene (a huevo) incluido.
4.- Das de alta tu cuenta o las cuentas, de los servicios de Streaming con los que cuentas.
5.- Después de las 20 mil configuraciones que tienes que hacer, te das cuenta de que tiene mas opciones que las que realmente cuentas y te quedas con la incertidumbre si es que las puedes o debes pagar, para poder sacarle todo "el jugo" que puedes.
6.- Terminas viendo y dándole -otras- 20 mil vueltas para darte cuenta de que no hay nada que ver y cuando -por fin- encuentras algo que ver o tienes que pagar mas por él o resulta que solo es de paga.
7.- Terminas escuchando música en un televisor que -claramente- es para mucho mas que eso y te reprochas no haber pagado X subscripción.
8.- Apagas el televisor después de darte cuenta de que "no encontraste nada".
Y conste de que nada mas me refiero al televisor, porque en los demás dispositivos, te puedes encontrar éste o aún mas del mismo tipo de problemas.
Entonces... realmente cuál fue el beneficio?
Lo que merecemos...
Siempre se dice que el pueblo tiene el Gobierno que merece y en ocasiones creo que es una verdad -que aunque dolorosa- que describe a la perfección las condiciones que imperan en el lugar...
No siempre es fácil reconocer las condiciones en las que vivimos, si es que no tenemos una referencia con de la cual podamos echar mano. Es por ello que siempre es bueno viajar y conocer otras realidades para darnos cuenta de los que aún nos falta por recorrer como sociedad, aunque no siempre es así.
Para muchas de las personas que me conocen, saben que en mas de una ocasión he dicho que "la mayoría de las repuestas obedecen al sentido común", aunque al mismo tiempo -casi de inmediato- también reconozco que "es el menos común de los sentidos", porque entiendo la complejidad de las reacciones que cada uno de nosotros puede tener respecto a una misma situación.
Hay Universos como cabezas en éste mundo...
Hace unos días, estaba esperando que me dieras unas gorditas en un puesto de comida que hay cerca de mi casa; en eso una patrulla se estaciona en doble fila, casi justo donde estaba el puesto. Al acercarse el oficial y -obvio- después de que hiciera su pedido, le sugerí que se estacionara de buena manera pues había espacio.
- Oficial, debería de estacionarse bien, no vaya a ser que cause un accidente.
- Le molesta que tenga ahí el vehículo.
- No, solo digo que habiendo espacio lo puede acomodar de mejor manera.
- Es que debo estar atento por si hay alguna urgencia-
- No creo que comprar unas gordas, pueda ser considerada una urgencia.
- ... Pues no la voy a mover y hágale como quiera.
Obviamente la respuesta del oficial me hizo que en fracción de segundos la sangre se me subiera a la cabeza, pero reflexiono sobre la poca preparación con la que cuentan los oficiales y lo poco que necesitan -una placa- para sentirse superiores o intocables que las personas a las cuales deben o prometen proteger.
Es probable que podamos debatir si es o no adecuada mi actitud hacia los oficiales o si debo de hacer como la mayoría de los individuos y simplemente dejarlos hacer lo que les da su gana por el simple hecho de traer una camioneta del municipio y un uniforme, pero mi duda va mas allá... es lo único para lo que nos alcanza como sociedad...?
Sinceramente espero que no.
martes, 4 de junio de 2024
Todos tenemos algo que decir...
Hace ya algún tiempo me propuse hacer algo nuevo para mi; a pesar de lo que las personas piensen de mi, no soy tan social como me veo, siempre me cuesta trabajo entablar conversación con alguien desconocido a menos de que nos acaben de presentar. Así es que -con el pretexto del experimento- comencé a ir a bares solo; me sentaría en la barra, pediría algo de beber y cuando el primer cigarro de la tarde se haya terminado -si es que hay alguien a mi lado- comenzaría una charla con la persona mas cercana.
Debo de admitir que realmente no hubo grandes novedades, no fueron quizá las suficientes personas como para que alguien haya dado un giro completo a mi vida o cambiado siquiera mi perspectiva de algo; lo que si puedo decir es que todos tenemos algo que decir, quizá no tengamos la razón, pero tenemos la necesidad de expresarlo; quizá el día de mañana -ya sea con la edad o la madurez (que no siempre van de la mano)- también podamos adquirir la capacidad de escuchar mas o de ir con la mente un poco mas abierta a que quizá y solo quizá... alguien mas nos pueda enseñar realmente algo valioso o que la vida puede enseñarte una respuesta de una forma extraña, en la voz de un completo desconocido.
lunes, 3 de junio de 2024
De vez en cuando, todos necesitamos un beso...
Hace ya algunos años, mis amigos y yo nos reunimos en casa y entre que nos poníamos de acuerdo en los temas del día y en lo que llegó el que faltaba, pues digamos que nos dio sed -de la peligrosa, como dice una prima mía- ... Así es que decidimos ir todos caminando, pues el expendio no estaba para nada lejos del lugar; al dar la vuelta en la esquina -y siendo una avenida muy transitada- tuvimos que hacer fila india para pasar por la estrecha banqueta de la calle. Curiosamente, pero en sentido contrario, venía también una fila como de 5 o 6 personas, que eran conocidas de nuestro grupo, así es que empezamos a saludar en el mismo orden en el que veníamos formados, ya saben, como fila de juego internacional de fútbol al saludar el inicio del juego.
Al terminar de saludarnos todos, empezamos con la charla de "a dónde van?", "cuánto tiene que llegaron?" o "por qué no van de perdido un rato?", tratando de ponernos al corriente también con el otro grupo de amigas; al final de su fila, venía un pequeño que traía un carrito de esos grandes, amarrado con una cuerda que al ver que los dos grupos de saludaron entre si, me hizo seña de que también quería beso, así es que ni tarde, ni perezoso me agache y le dije "también quieres beso?" y me dijo que si con un gesto, mientras lo decía. No tuve problemas con dárselo...
El niño estuvo muy pendiente de todo lo que charlamos, no dijo nada y no se puso en ningún momento "fastidioso" pues, ya saben... cosas de grandes, pero de pronto y quizá viendo que no acabaríamos pronto la conversación, se hizo de un hueco entre ambas fila y comenzó a caminar nuevamente por la pequeña banqueta. Al principio yo no hice mucho caso, pues pensé que solamente caminaría al otro extremo con su tía, o mamá, o alguien mas de ese grupo, pero la cosa cambió cuando se siguió de frente y veo que también da vuelta en la cuadra por la que nosotros veíamos. Un poco alertado al ver que nadie de las mujeres del otro grupo hizo por llamarlo o ir por él, les pregunté que sino harían nada, pues supuse que quizá no habían notado que el niño había seguido caminando... Resulta que el niño no venía con ellas, simplemente venía tras ellas al momento de que nos topamos y no tuvo mas remedio que esperar a que nosotros termináramos de platicar y cuando vio que la cosa iba para largo, mejor se retiro sin hacer gran aspaviento... eso si, se fue con un beso dado con todo el gusto del mundo, a final de cuentas en ocasiones todos necesitamos un beso...