Ayer, como muchos otros días, me dirijo a mi trabajo... siempre vengo pensando en las mil cosas que tengo que hacer y trato de darle forma y orden a todas ellas, pocas veces me doy el lujo de ver hacia a un lado a percibir lo que pasa en mi ciudad o el camino que me lleva de un punto a otro.
Ese día, no era algo diferente... entre tratar de hacer una lista en mi cabeza de todos los pendientes y tratando de darles orden o prioridad, se me ha pasado la mayor parte de la mañana. De pronto una moto me pasa por la parte izquierda de mi vehículo; vienen tres personas en ella, el piloto viene al centro, atrás de él, viene alguien que supongo que es la pareja o esposa -sea cual sea el caso-, pero lo que me llamó la atención fue la niña que venía al frente. Puedo perderme en la queja o la crítica si estaba o no con las mínimas medidas de seguridad para poder circular en un vehículo de dos ruedas, pero ese -una vez mas-no es el punto.
La pequeña venía tomada de los dos retrovisores de la moto... con una convicción en sus ojos que quisiera incluso para mi, sin miedo a lo desconocido, porque ella viene con la determinación del mundo que le tocó vivir o que sus padres decidieron para ella, sin dudar de sus padres o su destino. Bien tomada de un par de varillas que sobresalen sobre los cuernos que su padre -supongo- da dirección al vehículo.
Me pregunto si yo -en esa situación o circunstancias y a su edad- reaccionaría de la misma forma; no sé si podamos llamarle condiciones o formas de vida, pero -supongo- que a su edad, es la realidad que le tocó vivir y no tiene empacho en darle la cara que amerita.
Río un poco por lo llamativo -para mi- de la situación y solo pienso "si pudiera, la llevaría conmigo para que me enseñe su fortaleza", porque muchos de nosotros vivimos y somos producto de nuestras complejos heredados y algunos mal entendidos de lo que nos ocurre. Vivimos, según como nos "tocó" vivir, según la educación, valores e ideas que nos brindaron los años y nuestra "difusa" interpretación de ellos.
No dudo que sea feliz, pero que también tenga días de llanto y desconsuelo, pero ella no se queja, ella afronta la vida como viene, como va a apareciendo. Quizá mas delante, tenga otra actitud, quizá no, solo pido a Dios, que conserve esa actitud para siempre y que ello le ayude en su vida futura para que haga un cambio en su vida y su alrededor, porque tiene mas pantalones que mucha gente que conozco. NO LE TEME A NADA...
Pondré mas atención en los futuros ciudadanos del mundo que tengo a mi cargo, para que entiendan que no es la vida que les tocó vivir, sino que tienen el derecho a decidir el mundo que quieren para ellos...
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