Si hay una cosa que respeto mucho es el esfuerzo que pone la gente en lo que hace, no importa si se dedica a mandar cohetes a la Luna o si es servidor público y barre la plaza de mi ciudad, el trabajo enaltece al hombre siempre y cuando este sea bien llevado a cabo.
Últimamente hablamos de consumir lo nacional y de darle el traspié a lo "gringo"; la verdad es que lo veo un poco complicado porque nos encanta la manta fiada y el olor a estiércol, así es que como puede haber gente que lo haga y odie todo lo que venga del vecino país, también habrá quien tache de "ridícula" la propuesta y ni por error deje de hacer lo que siempre hace. Vivimos en un mar de propuestas y detractores, como dicen burdamente, "nada les embona".
Creo que yo estoy en un punto intermedio; sé de que muchos de los productos pueden ser marcas estadounidenses, pero que tienen sus plantas elaboradoras aquí, así es que a quien afectamos es a la industria mexicana con licencia "gringa", también sé de empresas que lucran con el nombre de una marca extranjera, así es que como les digo, hay de todo en la viña del señor... (jajaja). Yo por mi parte propongo comprar y comercializar con productos de la región o hacer circular el dinero entre nosotros mismos, así, cuidaremos el trabajo de todos y cada uno de nosotros, elevando la calidad, el servicio y fortalecer la buena y sana competencia... aunque sé que es solo un bueno y bonito sueño mío.
Quizá no es mucho lo que pueda aportar en este tema ya que no soy economista y mi nivel de comerciante esta aún en pañales; no sé, hay tantas cosas que se pueden hacer, pero ninguna de ellas tendrá un gran impacto si no empezamos por la más mínima de las acciones. Cabe aclarar que tampoco soy cocinero y sé lo básico que es tortilla con sal, en ocasiones hasta me doy el lujo de ponerle limón (ok, exagero); por otra parte sé de los beneficios que tiene el nopal y hasta la bronca que se andan echando países orientales al querer patentar como propio y comercializarlo y cosas así -ya saben, no saben que inventar-, en fin... no sé de muchas cosas, pero lo que si sé es que me da un gusto enorme cuando me topo en la calle a un joven que trae un triciclo, en ocasiones acompañado de dos de sus hijas que corren hasta mi puerta y me ofrecen una bolsa de "nopalitos" ya sea enteros o en pedacitos, insisto, no sé de muchas cosas, pero siempre les compro 2 de "a 10 la bolsita" por si se ofrece, sé que es poco, pero quizá es mucho para ellos, así alimentan su fe y su esperanza en un nuevo día.
Reconozco el esfuerzo en salir adelante y siempre trataré de apoyarlo...
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