martes, 17 de abril de 2012

Hasta que truene...

Cuando digo algo como "acabo de llevar el carro al taller" o "fui con el doctor", lo primero que se te viene a la mente es algo como "¿qué le paso a tu coche?" o "¿pero de qué estás enfermo?" ¿o no?... Como éstos ejemplos hay muchos y obedecen a que estamos acostumbrados a tapar el pozo cuando el niño ya esta ahogado. No tenemos la cultura de la prevención y culpamos o señalamos a quién así la intenta con un "¿para qué pagas?" o "estás pagando deoquis". Hacemos mofa de alguien que intenta hacer lo correcto, ya sea porque entiende la importancia de prevenir situaciones o porque así lo leyó el manual y gracias a lo que le costo, prefiere curarse en salud.

Éste concepto puede parecer ajeno a nuestra sociedad, pero creo -firmemente- que obedece mas a nuestra falta de carácter, de pedir y hacer lo correcto a nuestro alrededor; caemos fácilmente ante la tentación del "pues qué tiene" y nos dejamos llevar por lo que consideramos "normal" en nuestra vida. Es fácil no hacerse responsable y pensar que nos salimos con la nuestra, que nos ahorramos algo o que las cosas pasan "cuando tienen que pasar" como un acto divino.

Creo que parte del éxito radica en lo responsable que somos con nuestras obligaciones como personas, como individuos; si bien, esto nos trae compromisos y obligaciones, también trae consigo consecuencias que resultan satisfactorias a la larga.

Hace tiempo, le hacían una entrevista a una persona que podemos considerar "exitosa", el entrevistador le pregunta:

- ¿A qué obedece su éxito?

El entrevistado contesta:

- Creo en la buena suerte.

El entrevistador un poco confundido continúa...

- ¿En qué manera o por qué lo cree así?

- Si, a lo largo de mi vida he salido todos los días a dar mi máximo esfuerzo en todo lo que hago, sea cual sea mi tarea, debo de entregarme completamente a ella y me he dado cuenta de que entre mas me esfuerzo mas buena suerte me persigue.

Es por ello que las personas responsables con lo suyo, conscientes de su importancia en la empresa y con sus compañeros de trabajo o sus empleados, son los que obtienen mejores resultados. Personas que anticipan lo que puede ocurrir, ven el tropiezo como un aprendizaje y el éxito como una consecuencia, no como un fin. 

Ojalá entendamos el concepto de ser responsables con nuestro destino, o por lo menos, no nos quejemos de lo que nosotros mismo hemos provocado al no hacerlo...

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