jueves, 28 de enero de 2016

El reconocimiento...

Me encuentro muy temprano camino a atender algunos tramites de cada año; la verdad es que aunque me cuesta trabajo por lo presionado que siempre ando de tiempo, entiendo que es el mejor momento para atenderlos pues cuento con dos cosas a mi favor, la primera es que hace frío y mucha gente se queda en caso con "lo haré mas tarde" en mente o "en un ratito mas que pase el frío; la segunda es que el "mañana lo hago" rige en muchas de sus cabezas, eso si, hasta unos días antes de que acabe el plazo para hacer el trámite.

Como en la mayoría de los tramites a lo que mas le temo es a la ineficiencia de las personas que siempre atienden, pues si no llegan tarde, vienen dormidos, aún no han desayunado o veinte mil pretextos mas.

Al llegar tomo la primera de las filas; al parecer nadie esta formado, pero al entrar en ella veo que al fondo una persona les llama a algunas mas que están sentadas en unas bancas pegadas a la pared, obvio no reniego pues entiendo que no soy el primero que tuvo esta grandiosa idea de llegar temprano y a tiempo. El señor dirige la fila y en cuando abre una segunda de las ventanillas envía el siguiente en la fila; la verdad es que no me tomo nada de tiempo hacer mi tramite.

En lo que estaba en la fila, veo como es que entre compañeros, personas y demás, saludan con gusto a la persona que se encontraba dirigiendo la fila y la atención en las ventanillas, es una persona no grande, no joven, es una persona servicial, a mi gusto, un verdadero servidor público, porque no necesita que le digan licenciado, diputado, regidor o demás para dar agilidad a las personas que atiende, desde su trinchera, desde su puesto, con la mejor de la actitud y la mejor de las sonrisas.

Al salir de ahi paso a su lado, al tocarlo en el hombro le digo "muchas gracias, buen día" a lo que el señor un poco sacado de "onda" por mi actitud, lo único que repara es en un "joven, acérquese a la mesa, ya hay café listo", le agradecí con un "muchas gracias" y aunque no tome el café, la verdad es que me fui con el mejor sabor de boca en todo el día... 

En ocasiones confundidos nuestras frustraciones a quien menos la bebe, simplemente por estar o ser parte de un sistema que consideramos deficiente, hay pocas personas que realmente son eficientes en el trato y que son verdaderos servidores públicos. La mejor forma de fomentar el buen trato en estas dependencias es reconocer a quien se le deba, para generar una mejor satisfacción de su trabajo y así pueda generar un mejor trato aún. Persona que se siente valorada desempeña mejor sus funciones.

Excelente día verdadero servidor público... 

No hay comentarios: