jueves, 24 de mayo de 2012

Mi pelea contra el caos...

Trabajo con máquinas algo complejas, nada del otro mundo, pero si algo singulares; entre mangueras, cables, bombas, limpiadores, solventes, tintas, rodillos, etc. pues hay que poner atención en algunos -sino es que en muchos- detalles.

Ayer no fue muy diferente; uno de los sensores, no me estaba detectando un material, así es que lo revise en una primer instancia para ver si era simplemente suciendad, pero me seguía marcando un error en la lectura; quito la tapa frontal, limpio el sensor, lo acomodo, lo armo y nada... lo vuelvo a intentar poniendo mas atención en el acomodo sobre su base, pues al parecer lo estaba botando por no estar bien acomodado. Listo, funciono nuevamente; al momento de volver a poner la tapa frontal, uno de los dos tornillos salió volando y se metio por una ranura lateral de la maquina...

No puede ser...

Lo mas fácil era dejarlo ahi y hacer de cuenta que no había pasado nada, que el tornillo simplemente desapareció pues no es "necesario" para el buen funcionamiento de la máquina, tal vez era lo mejor, pero no en mi cabeza... He visto máquinas que a cada paso que doy cuando me acerco voy recogiendo los pedazos de ella, o me he llegado a topar con ellos sin querer. En ocasiones puede ser fascinante armar algo sin saber quién, cómo o por qué la desarmo, pero no cuando estoy yo a cargo.

Pongo a funcionar la máquina pues no es correcto que se pare la producción por un detalle estético, por mas bizarro que sea en mi cabeza. Empiezo, pero la idea no deja de darme vueltas, veo el espacio; me cabe la mano, pero no para maneobrar buscando el pequeño tornillo. Es un espacio angosto, así es que al asomarme impido la entrada de la luz y por ende no veo bien.

Busco cómo puedo dar con el; lo veo por un lado, lo veo por el otro, busco una pequeña lampara pero me doy cuenta de que de nada me servirá pues no tiene pila, busco si alguna de las otras herramientas que tengo me puede ayudar; el desarmador que siempre uso es una opción, su punta imantada me puede ayudar a sacarlo, pero solo si sé dónde esta y si lo puedo tocar. Vuelvo a meter la mano y con algo de esfuerzo logro tocarlo con el dedo indice de mi mano izquierda; es la mano "torpe" o en vías desarrollo -como ustedes la quieran llamar- pero por lo mismo al tratar de tomarlo con mis dos dedos, lo hago caer en una rendija aún mas pequeña...

Reniego...

En éste punto sería fácil dejarlo ahí, hacerme de la vista gorda o poner otro de los tornillos que pueda quitar de un lugar menos "visible" para sustiuirlo, pero no... no en mi cabeza. Retiro un recipiente de residuos que esta debajo de la maquina, parte de la boca del recipiente esta dentro de la maquina y veo que es mas o menos la misma área donde supongo que esta el tornillo; quitando el seguro del depósito me doy cuenta de que por debajo la maquina esta remachada, así es que no es una opción quitar una tapa de abajo de ella, pero veo que tiene otra tapa encima del depósito. Después de revisar que no puedo dar con el tornillo desde el área del depósito, lo vuelvo a colocar en su posición, pero me apresuro a quitar la otra tapa que había visto segundos antes; quito 3 tornillos, éstos bien puestos y batallo por lo mismo, desconecto un cable que la atraviesa para poder quitarla mas facilmente y nada, todo para darme cuenta de que la tapa es solo una pantalla de la máquina, no le encuentro caso, pero ahi esta y por algo esta.

Reniego nuevamente...

Se me ocurre tratar de dar con el desde la parte de atrás, así es que quito como 8 tornillos que tiene una de las tapas que esta en la misma área... nada... resulta que me lleva a una división que solo contiene circuitos, tarjetas, cables y uno que otro foquito "simpático" que no deja de parpadear. No sirvió de nada, pero por cierto, aprovecho y le doy una sopleteada a la Mexicana, me doy cuenta de que uno de los ventiladores no esta funcionando y me prometo poner atención si su encendido es permanente desde que enciendo la máquina o si es esporádico. Vuelvo a poner la tapa.

Me apresuro a mover la maquina, no sin antes quitarle los frenos a las llantas que tiene en su base. la muevo poco a poco, tratando de no ser brusco pues esta trabajando y no quiero mermas con alguna desconexión de cables o falsos contactos. Al mismo tiempo tengo que vigilar que los tubos de desalojo de gases no se tuerzan de mas o que puedan botarse, porque sería un rollo volver a ponerlos. A medio camino me doy cuenta de que aparte de que cuenta con muchos tornillos, tendría que desarmar mas partes de la maquina para poder quitarla como al menos tenía la idea en un principio, así es que desisto y la vuelvo a colocar en su lugar.

Frente a la máquina veo por donde puedo dar con el tornillo, no veo muchas posibilidades, pero no puedo dejarlo ahí...

Ya un poco fastidiado, busco un clip; lo doblo, me imagino como es que es el lugar o el espacio en que esta el tornillo, le doy la mejor forma que puedo, lo intruzco, y doy con el, trato de meter mi mano, pero la mano izquierda es mas torpe, así es que sin querer, lo vuelvo a perder, me regaño y me exijo ser mas cuidadoso... vuelvo a intentarlo y lo vuelvo a poner a la "vista" que de hecho es con el tacto de mi mano. En ésta ocasión, lo intento no solo para sacarlo sino para ubicarlo, tomo el desarnador y con mucho cuidado lo introduzco entre los cables, metales y demás que encierra en sus entrañas la máquina. Con una mano lo muevo hacia arriba y hacia abajo, con la otra y solo con dos de mis dedos le doy algo de dirección, me quito de demás distracciones y trato de que el oido sea mi ojo en ésta ocasión, poco a poco recorro el área hasta que escucho un leve "click"... el desarmador encontro el tornillo. Pacientemente retiro el desarmador emulando al juego "operando" -supongo que lo conocen- y veo como es que el pequeño tornillo sale con un ligero movimiento de péndulo, me da algo de risa y satisfacción el haberlo podido sacar.

Lo pongo a salvo, me lavo las manos, que están algo temblorosas, sucias de tierra y de algo de aceite, busco con qué secarlas y me apresuro a poner pacientemente las tapas que quite, detengo el carro de la máquina para ponerle la tapa frontal y con mucho cuidado, pongo los dos tornillos.

Esta hecho!

Creo que puedo pasar por una persona bastante perfeccionista al grado de la enfermedad; puedo pasar por una persona compulsiva al grado de la frustración y quizá puedo pasar por muchos otros diagnosticos muy válidos, pero al mismo tiempo me reconforta el saber que todo en ésta vida tiene su razón de ser y que respeto el orden de las cosas, que no me doy por vencido ante obstáculos y que busco mas de una opción a la hora de resolver un problema, pero sobre todo, creo firmemente que el caos puede empezar por algo tan simple como un tornillo, si un reino se perdió por un clavo, yo no quiero perder mi trabajo por un tornillo... no estoy loco (jajaja).


... Por cierto... si te preguntabas... una sopleteada "a la Mexicana", no es mas que echar un "chingo" de aire a "madres" por la boca y sacarte antes de que el polvo te alcance... (jajaja).

miércoles, 23 de mayo de 2012

Ana Tijoux - Shock



En tiempos de cambio, son necesarias acciones concretas...

Ligero como antes...

Hace algunos años, no lo sé, cuando estaba yo en secundaria, en prepa o quizá hasta en el siguiente nivel, cuando se me invitaba a jugar una "pica" de fútbol, lo único que tenía que preguntar era "con quién voy?" refiriendome a con quienes jugaría o quienes eran de mi equipo. Hace algunas semanas me invitaron a jugar en un equipo de fútbol en cancha Uruguya y pues me di cuenta de la gran diferencia en comparación de hace algunos años atrás...

Para empezar, cargo con el celular, la cartera, las llaves de casa, las llaves del negocio donde trabajo, necesito feria para pagar la entrada a la cancha, las llaves del carro (porque no queda cerca, no por flojo) y -obvio- voy en short, tenis y demás atuendo futbolero, que no ayuda por las pocas o nulas bolsas que tiene el atuendo...

No puede ser... por mas que trato de viajar ligero ya no puedo. Si hoy me invitarán a jugar en la calle, creo que o juego mas "nena" o de plano le encargo a alguien que no juegue todo el kilo de objetos que traigo de "mas".

He estado buscando la manera de ya no cargar con tanta cosa, creo que si se puede, aunque debo de reconocer que batallo con la mania de querer contar con todo a la mano o traer lo "necesario" siempre.

Creo que necesito aún mas rehabilitación al respecto, pero creo que lo voy logrando, hoy llevo menos cosas en las bolsas y me siento mas ligero... Creo que si hoy me invitan a jugar, lo podré hacer con mas confianza...

martes, 8 de mayo de 2012

Los Bebés de la Familia...

Hace unos días y por varios motivos, mi familia se reunió en casa de mis abuelos maternos; la verdad es que yo batalle un poco por los horarios; entre el trabajo, las prisas y demás, pues llegue un poco tarde.

Al llegar a casa de ellos, poco a poco fui saludando a la familia que me iba encontrando; un primo en la puerta, dos tías en la sala, mas primos en el pasillo, a mamá y a la mayoría en la cocina y en el patio. Todo muy bien, todos platicando, todos sonriendo...

La verdad es que había motivos para celebrar, pero también motivos para estar tristes; entre las perdidas de familiares, entre la llegada de nuevos pasajeros de éste viaje al que osamos llamar "vida", todo estuvo bien, tranquilo, cómodo. Hace un buen que me decidí a disfrutar de lo bueno y olvidar lo malo, ya no tiene caso que pierda el tiempo en arreglar las diferencias de pensamiento y mucho menos en las de obra con cada uno de ellos. Así es que me es más fácil disfrutar de los eventos.

También me he enfocado mas en los niños de la casa; son bastantes, de todos colores, sabores y olores; de todo tipo de carácter, hay de los tranquilos, de los risueños y de los "chillones". Corro a abrazarlos, los beso, los cargo, los llevo a un lado, los llevo al otro, me dedico a ser un tío de tiempo completo cuando los veo, ya que mis ausencias en ocasiones son prolongadas y mis excusas muchísimas...

Cada uno tiene su encanto, cada uno tiene su motivo de ser y de estar. En verdad agradezco a Dios el que haya tantos en casa y que no todos sean míos, porque sino me volvería loco (Jajaja), sé que son complicados cuando se tienen tiempo completo, así es que los disfruto y trato de ayudar a sus padres con su carga, solo por un momento, solo por un rato.

Abrazo a mi sobrina, segunda hija de la mayor de todos los primos, tiene la misma cara que su madre, y por ende algo de se carácter, al referirselo, ella solo sonríe pues entiende que la justicia divina existe y que ahora ella "paga por todo lo que debe", yo en verdad no lo veo así, sino todo lo contrario, veo como es que la vida nos va inmortalizando sin que nos demos cuenta de ello, lo vemos como un castigo en lugar de todo un honor, aunque debo de admitir que hay un excepciones (Jajaja), pero no, éste no es caso...

Siempre bromeo que los subiré al carro cuando me vaya, prometiendoles que tendrán muchos juguetes y también mucha ropa, la verdad es que en ocasiones no solo es por los niños, que en sí ya merecen mi cariño, sino porque son un retrato de lo que fuimos mis primos y yo cuando éramos pequeños. Salgo con mi sobrina en brazos, afuera están tres de mis sobrinos, el hijo de mi hermana me representa y los dos hijos de mis primos a ellos, tienen el mismo orden que yo con ellos, y me pregunto ¿así nos veíamos de pequeños? lógico el carácter es diferente, la forma de ver la vida también, pero no dejo de ver una pequeña ventana al pasado y sonrío.

Me despido no sin antes amenazar con un día llevármelos, mis primos, tías y abuelos sonríen, doy besos, toco cabezas y me retiro. En verdad doy gracias a Dios por la dicha de tener todo un ejercito de clones nuestros, aunque también quiero ver como me va a ir en Navidad... jajaja Bienvenidos sean los niños...


Perder las cosas...

No saben el mal sabor de boca que me produce perder las cosas; sé que en ocasiones las perdidas son producto de la falta de atención, el abuso de la ocasión de algunas personas o la simple combinación de situaciones que nos marean y confunden sobre nuestro entorno.

Sea como sea, no me gusta perder las cosas... Y es que puedo hablar de perdidas materiales que me han dolido mucho, no es que sea como tal... un materialista, pero no tolero que las cosas dejen de estar en su lugar o que la falta de atención me haga olvidar las cosas. En teoría siempre tengo un desorden "organizado" y aunque suene contradictorio se puede, hay un justo equilibrio entre un desorden y el "sé en donde deje las cosas". Me funciona y supongo que a mucho mas también.

Trato de darle vuelta a la hoja, pero la verdad es que no puedo, no dejo de pensar en las 20,000 posibilidades, combinaciones y situaciones que se pudieron haber presentado para que así ocurriera; quizá es como se manifiesta mi locura por perder algo que no "debió" desaparecer.

Para personas como yo -que supongo debe de haber mas- es una situación que llena de angustia, el no saber qué paso, es lo que mas duele, lo que mas incomoda; lo digo así, porque si supiera que se me quedo en tal lugar o que se me callo al suelo al bajar del carro y éste al avanzar los aplasto, pues bueno, de perdido sé que paso con ellos... 

Aún recuerdo cosas como un lapicero, una sudadero, un juguete y ahora, unos lentes... Serán parte de una historia sin un final, una historia con muchas combinaciones, todas posibles, todas factibles, pero ninguna comprobable. Espero encontrar consuelo en acomodar lo que tengo para "tratar" de que no vuelva a ocurrir, aunque sé que indudablemente seguirá pasando con el pasar de los años y con el avanzar de mi edad, no como muestra de vejes o de la perdida de mi conciencia, sino porque habrá mas cosas que deba de atender y mas cosas en las que me pueda distraer.

Solo me queda poner las cosas en perspectiva y decir "llegarán cosas mejores, por eso es que esas se tuvieron que ir". 

Quizá esto te suene hueco y falto de contenido; todo el "pedo" por unos lentes, pues quizá, pero mas que ello es por la perdida de fe que me produce el que con tan poca cosa se conformen las demás personas que ayudaron a que se consumara esa perdida. Mi perdida de fe va mas allá de una cosa material, va por la falta de honestidad, la falta de sinceridad que hay en las personas que me rodean. 

Como sea, fe en lo que hago... que los demás se preocupen de lo suyo.