jueves, 26 de mayo de 2011

Males necesarios...


Ahorita traen de moda el "Bullying" como hace algunos meses el "Estrés", como hace un poco mas de año la "Gripe Porcina", pero ¿por qué lo hacen? en mis años de infante teníamos bullying, pero no hacíamos gran alarde, era cuestión de llegar a casa y llorar un rato, poner límites o dejarte "llevar", no era cosa de estudio o de gran alarma.

No sé como sean los niños de ahora, pero creo que es parte del proceso de crecimiento, todos el algún momento somos o fuimos parte del Bullying, ya sea porque fuimos víctimas o victimarios, entonces, ¿dónde esta el gran problema?. Si bien la crueldad entre niños es de las peores, por qué no preocuparnos de la educación que le damos desde casa, supongo que en bases solidas, no podrán hacer gran daño los comentarios de otros infantes. Si un niño se siente amado en casa, aceptado y valorado, apoco creen que le hará caso a comentarios que vienen del "chiquilin" de la clase, o de las niñas que en su afán de llamar la atención dañan sin mirar a quien.

Creo que ahorita cualquier cosa es de alarma; que si no salgas, que si que lugares frecuentar, que si con quien te juntas, que si en la escuela, que si en la casa, que fuera de aquí, pero para que tener miedo a vivir la vida, los padres debemos de ocuparnos de querer y educar a nuestros hijos, darles la confianza en sí mismos para que puedan afrontar los desafíos que les depara el Mundo de "afuera", para qué evitarles la gran aventura que es vivir...

Quizá sean tiempos difíciles, pero pues qué mas da, no recuerdo "años buenos" porque siempre he escuchado excusas para dar el máximo esfuerzo y vivir en paz con lo que hacemos, decimos y pensamos, siempre me han arropado los miedos que "afuera", pero doy gracias a Dios que mis padres me dieron unos grandes ojos para observar lo que me rodea, me dieron dos maravillosos oídos para escuchar lo que se me dice, una gran boca -literal- para decir lo que pienso, una cabeza que piensa y un gran sentido común, entre otras cosas, me dieron la opción de decidir lo que era bueno y lo que era malo, en base a lo que me convenía y hoy puedo decir que a pesar de los raspones en mis rodillas, me di la oportunidad de correr y hasta de caer...

Pongamos atención en como educamos a nuestros hijos, que no hay tiempos malos ni buenos, sino solo actitudes ante la vida...

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