martes, 14 de julio de 2020

Al fin...




    Lentamente se abre la cochera eléctrica de casa; ha sido una semana algo complicada, pero gracias a Dios ya todo termino -al menos por esta semana-, suspiro mientras la puerta se cierra y desciendo del vehículo. Abro la puerta y el olor a casa fresca me inunda… Subo lentamente las escaleras, me urge quitarme esta ropa del día y ponerme algo mas cómodo, nada como un pantalón de mezclilla, una playera y mis sandalias. 

    El Sol nos da algo de tregua y desciende detrás de la barda de mi patio, es momento de salir a regar mi jardín… me despojo de mis sandalias, manguera en mano riego en pequeños sectores el pasto, mientras camino descalzo sobre él. Es tan reconfortante regar, siempre lo fue, desde pequeño lo he disfrutado mucho, lo hacia en la casa de mis papás y ahora lo puedo hacer en la mía. 

    La música suena de fondo, proviene de la sala; es el punto intermedio, pues no es estruendoso para la casa y tampoco tan lejano para mí que estoy en el patio. 

    Un mensaje me distrae de mi meditación involuntaria… 

    “Llegué…” 

    Camino hacia la cochera y activo la segunda puerta; veo como aparece tu vehículo y sonrío el verte entrar en él. 

- Hola, qué tal tu día? 
- Algo pesado, pero nada que no tuviera solución. 
- Voy por algo de beber, quieres algo? 
- Claro, te puedo encargar una cerveza? 
- Voy por ella. 

    Te quedas sentada a la orilla de la banqueta, mientras charlamos sobre nuestro día y nuestra semana. 

Tienes hambre? 
- No mucha, pero quieres comer algo? 
- Ven, veamos que podemos hacer 

    En la barra, uno al lado del otro partimos algo de jícama, pepino y lo salpicamos con algo de limón y sal. Nos sentamos en la sala y vemos nada en particular en la tele, simplemente es un pretexto para estar juntos, comemos, reímos y me besas de vez en cuando. 

Vendrán tus amigos? 
- Si, no creo que tarden, me acompañaras? 
- Nah, solo saludaré, no quiero interrumpir su reunión semanal, te esperaré arriba, ok? 

    No pasa mucho y llega el primero de ellos, luego dos mas y minutos después el último de ellos. Uno de ellos trae una hielera, reparte una cerveza a cada uno; otro pone algo de botana en un plato grande de unicel, comenzamos con la charla de trabajo, luego pasamos a la cartilla típica entre hombres. De pronto todos voltean hacia la puerta de la sala, haces acto de presencia y saludas a todos rápidamente, me avisas que debes salir a comprar algo y que esperas no tardar. Te acompaño tomándote por la cintura y te pregunto que si quieres que te acompañe. Me dices que no, me das un beso mientras activas la puerta y me pides el control de la misma para no molestar al llegar. 

    Mis amigos siguen con las bromas, bebemos y reímos porque podemos y nada mas. 

    Después de la última ronda de las típicas y conocidas anécdotas que tenemos de nosotros, comienzan uno a uno a despedirse , es en eso cuando se escucha que accionas la puerta al entrar. Te despides, ellos se disculpan por habernos interrumpido y tu amablemente les dices “nada que ver, seguro tienen muchas cosas de que platicar”. 

    Nos quedamos un momento mas en la orilla de la banqueta del patio, bebo mi última cerveza y te invito a bailar una de las canciones que suenan desde la sala, al principio te niegas con algo de pena y timidez, pero por fin te convenzo; me abrazas, te acurrucas en mi, me besas al fin de la canción y te pregunto que si por fin te he convencido, me dices que no, que solo he corrido con algo de suerte en los últimos años. Sonrío y te digo “sigamos que esa suerte entonces”. 

    Seguimos bailando a pesar de que la música a cesado… 

Me puedo quedar? 
- Claro, siempre y cuando no intentes seducirme 
- Entonces cierra tu puerta con seguro, porque no puedo garantizar nada. 

    Entramos al fin, sigo tus pasos por las escaleras, veo de reojo como te quitas tu ropa, me pides alguna playera y te sientas sobre la cama. 

Fue largo el camino, no? 
- Quizá lo fue, confieso que casi no lo recuerdo -sonrío-, pero lo importante es que al fin llegamos 
- Me abrazas? 
- Pero después te vas a tu cuarto… 
- Claro -y me guiñas el ojo- 

    Dormimos abrazados toda la noche, con la firme convicción de que al fin pudimos llegar… al fin, estamos en casa...


miércoles, 1 de julio de 2020

annus mirabilis...

    
    No te sientas presionado por el mundo y por lo que esta pasando alrededor...

    He escuchado a mucha gente que dice "lee un libro, desarrolla tu potencial o has todo lo que no puedes hacer, ahora que puedes", como una forma de aprovechar que "ahora" tienes tiempo para hacer todo lo que has dejado en el tintero. Pero... también descubrí -que, si bien es cierto- que teniendo el tiempo, es mucho mas la ansiedad que te provoca el no hacerlo porque puedes; no es necesario, si es que así no lo quieres, si es que así tú mismo sientes que no lo puedes. Somos personas diferentes; hay quienes pueden y se refugian en el ejercicio, en el trabajo, en la lectura... pero hay quienes todo esto, les genera mas ansiedad, el no saber qué va a pasar el día de mañana, así es que no todos tenemos la misma actitud, ante los mismos problemas y estímulos.

    No pasa nada si no lees ese libro, si no desarrollas esa rutina de ejercicios, si no desarrollas tus habilidades gastronómicas; lo mas importante es que puedas estar y permanecer cuerdo ante todo lo que esta pasando. Las presiones que todos tenemos son las mismas o diferentes, todo depende de tu enfoque, pero, las condiciones con las que vivimos el momentos son las que nos llevan hasta donde estamos.

    Hace algún par de semanas, yo estaba agradecido con Dios porque me sentía preparado para ello; pague mis cuentas, me corté el cabello y alimente la alacena de la casa; pero a la vuelta de un par de semanas mas, me di cuenta que mis demonios estaban al acecho, y mas cerca de lo que me gustaría reconocer... Dejé de levantarme a las 5 am, de tener 30 minutos de lectura y de hacer un poco de meditación... me comenzó a costar mas esfuerzo del común el levantarme, el trabajar y el de tener una buena actitud ante la vida.



    No estoy bien... me digo cuando reflexiono.

    Pero sé que un proceso de adaptación a todo lo que estoy viviendo, a lo que nos tocó vivir... Mañana será un nuevo día y espero renovar mis actitudes. Es complicado, no es simple, pero en la sencillez del momento, tengo que ver la virtud de mi espíritu. Así es que no es imposible.

    No te sientas presionado por aprovechar o no el momento, trata de estar tranquilo y de ver el nuevo día  como un día menos para todo lo que nos esta pasando...

    Donde quiera que estés, te mando un abrazo...