Y si... te encuentras frente al espejo confrontando una realidad que desde hace tiempo te has negado a ver en plenitud... te estas volviendo bofo.
Digo, no es que estés gordo "mórbido", sino que te has descuidado un poco y tienes infinidad de pretextos para ello; que si la falta de tiempo para ejercitarte, las presiones económicas, la mala alimentación o hasta el tiempo en que lo haces o puedes hacer. Pero muy en el fondo sabes que todo eso es controlable, porque tu falta de tiempo se debe solo a una falta de administración del mismo, el ejercitarte a tu poca constancia y flojera por seguir con..., presiones siempre hay, solo que algunas las dejas crecer y "tragarte" sin darte cuenta de que cada problema cuenta con -mínima- una solución.
Y si, por mas que te des vuelta y busques tu mejor ángulo no verás lo que quieres ver; obvio no es lo mismo 40 que 20 y aunque tu genética te ayudo durante muchos años, pues también cuenta con un límite y si... ya para este entonces quizá ya estás pensando en ir a la tienda por una coca y unas papitas porque eso ayuda a sentirte mejor -jajaja-.
Después de darle vueltas y vueltas en tu cabeza y de haber acabado con lo primero que te topaste en tu refrigerador, una luz de esperanza se asoma en tus ojos... te das cuenta de que aún estas a tiempo, que puedes empezar una dieta, comer mejor, hacer ejercicio, dormir bien, bajarle a los vicios y comenzar con una nueva etapa de tu vida... todo es genial, rejuveneces y tienes nuevas esperanzas; planeas levantarte temprano, correr, bañarte y salir a tu trabajo con energías renovadas y un nuevo chip de conducta... "Todo estará bien", te dices...
Al día siguiente al levantarte, te das cuenta de que olvidaste poner el despertador y así empezar con tu nueva rutina... Y volvemos a empezar.
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