Donde menos pensaba…
Hay veces que nos pasamos buscando algo que no hemos perdido, hay otras en que las encuentras sin siquiera buscarlas; yo no sabía exactamente lo que necesitaba, así es que un poco hastiado por la incertidumbre, me di a la tarea de explorar todos los lugares posibles, sin saber exactamente que era, pero con la esperanza de que al verla la reconociera…
Así es que busque en la noche y en sus locuras, en esa que te lleva a extrañas charlas con desconocidos, en risas y carcajadas con personas que quizá no vuelvas a ver en tu vida, me perdí en las horas subsecuentes que parecen no tener fin hasta que es demasiado tarde, busque en cada minuto y segundo antes de que el Sol apareciera en el horizonte, en ese ligero y extraño momento que fríamente te dice “ya fue suficiente”.
Busque en la atención e intensión de las personas, en aquellos “te quiero” y “me agradas”, por esa aceptación que a todos nos hace falta; busque en los amigos “para toda la vida” en sus atenciones y desatenciones, en el abrazo sin motivo y en la mano que con cualquier pretexto te estrecha procurando reciprocidad a toda costa. En largas e interminables charlas tratando de darle sentido a cada una de nuestras vidas y en dar solución a todas las incógnitas que nos apremian.
Busque en el fondo de un vaso, en el humo de un cigarrillo y su danza infinita hacia la nada; busque en el beso furtivo después de una inolvidable velada, busque en la caricia de la persona amada… y busque…
Después de tanto tiempo, suponía yo, que mi búsqueda había sido ya olvidada, no porque la hubiera encontrado, no porque ya me fuera relevada, quizá si como excusa de no haber encontrado nada; el tiempo y la edad te dan soluciones a preguntas no formuladas y mas dudas sobre las ya acumuladas…
Y entonces… ocurrió… me hablaste con un ligero y sutil “boom boom”, te vi aparecer en una larga e infinita columna de estrellas, me tomo un pequeño instante reconocerte entre otros luceros mas pequeños, llenaste mis ojos de lagrimas cuando con un ligero estornudo me dijiste “hola” y tomaste mi corazón con tu mano, robaste mis besos e hiciste parte de los míos ahora tus sueños, me despertabas cada mañana con una leve, ligera, pero sincera sonrisa, buscaste en la pelea mi atención a toda costa, con cada entrelazada mirada te fuiste haciendo mi complice; ambos nos respetamos, ambos nos tememos, pero sobre todas las cosas… ambos nos amamos.
Y quién lo hubiera pensado? siempre estuviste cerca de mi a lo largo de mi vida, en cada día con sus noches, en vasos llenos e incesantes, en chispeantes inauguraciones de pitillos, acompañándome en algunas charlas, acompañándome en algunas quejumbres, buscando el amanecer para su posterior anochecer porque también fuiste mi compañera, no sin pedirlo, no sin quererlo, pero si como un acto divino… porque si, te busque por mucho tiempo, por muchas horas y sus segundos, por cada rincón, y por cada esquina, por cada noche en vela, por cada risa, por cada abrazo, por muchos “estaremos bien” y por muchos “no lo estamos tanto”… pero al final de cuentas te encontré, dónde menos pensaba… en una pequeña estrella alojada en el infinito universo de posibilidades del vientre de tu madre … porque si, tu eres mi hija amada…
… Te Amo.