jueves, 23 de noviembre de 2017

Como Elefantes...


Recuerdan la típica imagen de circo donde un grupo de elefantes corren alrededor de la pista tomados de la cola y de la trompa unos con otros? Pues es así como veo a los políticos de nuestros tiempos, solo que en lugar de ir tomados trompa con cola, van tomados trompa con los testículos del de enfrente… quizá es un poco agresiva la imagen que les acabo de poner en la cabeza, y si…, solo que me refiero a que es la única manera en que me explico como es que tanta impunidad sea concebida en nuestros tiempos de internet y redes sociales, donde cada semana salen documentos, vídeos y audios denunciando algún acto de corrupción de nuestra apreciable clase política. 

No cabe duda en que vivimos tiempos en los cuales estamos bombardeados con tanta información que corre de lo sublime a lo mundano, dónde no podemos saber de todo, pero tampoco podemos ignorarlo, donde convive la información verás y oportuna con su contraparte, la desinformación… 

Tiempos donde no vale nada exponer una casa de millones de pesos que no puede ser costeada por una ex-actriz; dónde hay muertos que no aparecen en las estadísticas y que en ocasiones los gobernadores y presidentes municipales son consientes de ello, pero deciden mirar hacia otro lado por los vínculos que pueden tener en tales actos; donde la poco infraestructura que se hace se hace al doble o triple de costo inicial y con la mitad de la calidad que se requiere en ella; donde hablamos de crecimiento social, pero convivimos con la pobreza y desigualdad; donde el que tiene no paga impuestos, pues éstos vienen de quien menos tiene, pero que esta amarrado a un sistema fiscal que premia a quien no paga y persigue a quien quiere iniciar algún negocio; donde el precio del dólar no esta regido por la calidad de la manufactura o de los servicios, sino por la incertidumbre de quien pueda o no gobernar el siguiente año o la siguiente periodo de administración; donde la asistencia social ayuda al que no necesita, pero olvida a quien si… 

Un mundo de ideas contradictorias y bizarras, que solo pueden ser concebidas por personas con poco criterio y humanidad, con poca educación y cultura, con poco sentido común, pero con mucha ambición colectiva… obvio, pero solo de su clase.

Pero… y qué tiene que ver todo esto con los pobres elefantes? 


Si ponemos atención a ello, es lo que ocurre con nuestros políticos, dónde no pueden apretar al de enfrente con la trompa, porque tarde que temprano el circuito se cerrara y terminará siendo apretado por el que le sigue, así es que deciden no hacer nada al respecto, por miedo a que a la vuelta el castigo sea mas duro que el que ellos iniciaron… bendita corrupción y su descaro antes lo evidente.