sábado, 6 de septiembre de 2014

Si todos los caminos llevan a Roma, ¿Cómo se sale de Roma?...


Si todos los caminos llevan a Roma, ¿Cómo se sale de Roma?. A veces pensamos demasiado y sentimos muy poco. 

Mi abuelo siempre decía: "que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida hará lo imposible por estar en ella". Aun que en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas. Olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos esta regalando algo que no recuperará jamás. 

Y es que la vida son momentos ¿sabes?. Y ahora estoy aquí y mañana, mañana no lo se. Así que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, si quieres algo de verdad, ve por ello sin mirar atrás. Mirando al miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro. Ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella. 

Así que no se que será de mi mañana. Pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo. Y los amigos, son la familia que elegimos, y yo te elijo a ti. Por ser el dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja. Apuesto fuerte por todos estos años a tu lado. Por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener porque celebrar algo. Y es que en este tiempo, me he dado cuenta de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tu has echo infinito mi límite. Así que te doy las gracias por ser la única persona de hacerme llorar riendo. Por aparecer en mi vida con esas sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaz de pelear contra un millón de tsunamis. Así que no, no se donde estaremos dentro de diez años. Ni se como se sale de Roma. No te puedo asegurar nada. Pero te prometo que pase lo que pase, estés donde estés, voy acordarme de ti toda la vida. Y por eso mi luna va a estar siempre contigo. Porque tú, me enseñaste a vivir cada día como el primer día, como el resto de mi vida. Y eso, eso no lo voy a olvidar nunca. 


Autor: Cori García Martos

miércoles, 30 de julio de 2014

Recuerdos...

Recuerdo un Mundo diferente... quizá sea que de 1.20 pase a los 1.70 de altura, mi perspectiva cambia según la distancia, mi horizonte es mas visible, pero deje de tener la perspectiva de un niño; deje de ver la lluvia caer mientras pateaba un balón en el Verano, deje de escarbar "cuevas" en la arena tan solo para poder tocar la mano de un amigo o un primo del otro lado; deje de ver la simpleza de jugar, comer, reír y dormir como lo deben de hacer todos los niños a esa edad.

Cuando era pequeño los veranos se nos iban en jugar fútbol con otras cuadras de mi colonia, jugar en la cuadra con los vecinos y ver televisión si es que nos alcanzaba el tiempo, solo si no se atravesaba algún mundial de fútbol (que en aquellos años carecía de importancia para mi) o las olimpiadas.

Mi Mundo era mas sencillo, no quiero decir que con ello era también mágico, pero si tenía un sabor muy especial...

Hubo un tiempo en el que fui de los mas chicos de la cuadra, esto trae sus pro's y sus contras; si bien era cierto que estábamos "cuidados" por ellos, también es cierto que teníamos que sufrir sus carrillas y abusos. Todo dentro de lo normal supongo.

Ayer vi jugar a lo lejos a unos niños, tenían -como debe de ser- unas porterías improvisadas con pequeñas piedras que simulan los limites o postes de ella, el más hábil trataba de burlar a los demás; el dueño del balón sabía que tenía ciertos privilegios por ello, como detener no dejar seguir el juego a su conveniencia; los demás simplemente querían jugar.

Me prometí no estorbarles mucho y mover el carro lo mas pronto posible para no detener o entorpecer su encuentro. Al salir o querer salir de la cuadra me cerciore que nadie estuviera cerca o que el balón fuera pateado en mi dirección. Subo al coche, vuelvo a ver por el retrovisor, todo perfecto, al arrancar veo de reojo a unas personas, en su rostro una extraña expresión, siento que algo esta mal pero es tarde para evitarlo... el balón fue pateado y llevo justo a la llanta trasera del auto justo cuando estaba arrancando... el balón trono.

Bajo del coche y veo como uno de los niños saca el balón "sin vida" y quizá por miedo o por no saber que decir, solo atina a decir "gracias". Veo a las vecinas que están sentadas en la banqueta, atino a decir "ahorita les traigo otro".  Subo al coche, tengo cosas que hacer, pero he dicho que regresaría, así es que pienso o busco en mi mente el lugar exacto donde deje un balón que días atrás recupere para jugar con mis amigos. Dejo de lado mis pendientes y pienso que entre mas pronto regrese el balón, mas pronto podré regresar a atenderlos.

Cuando por fin doy con él, regreso esperar ver a los niños y no encontrarme con mamás furiosas pidiendo explicaciones a sus hijos asustados o que algunas de ellas me fueran a reclamar por "no dar la cara", en fin... Gracias a Dios aún encuentro a los niños en la calle, me acerco y les pido a todos que se acerquen. Les explico que tan solo fue un accidente, que se pudo haber evitado y les pregunto que cual hubiera sido la solución; uno atina de decir que debieron de correr mas rápido para poder sacar el balón de debajo del coche, mi respuesta fue un "no"; otro dice que debieron de haber gritado para que yo los  hubiera escuchado, mi respuesta continuo siendo un "no"; con la prisa de regresar a mis labores les comento que cuando vean un vehículo venir o salir deben de detener el balón, deben de ser justos en el juego y no sacar provecho de ello, que el día de hoy tuve la facilidad de llevarles un balón en reposición del perdido, pero que no era mi obligación porque yo no fui al balón sino que ellos patearon el balón -sin intensión- hacia el carro y yo no me di cuenta de que llego hasta las llantas del mismo, que quizá si alguien mas lo hubiera hecho no su hubiera hecho responsable y quizá no hubiera tenido porque hacerlo, que deben ser mas listos.

Al darles el balón veo como corren de nuevo hacia sus "porterías", el balón anterior ya estaba a la orilla de la banqueta y ellos ya se volvían a organizar.

El mundo es raro y complejo, los tiempos han cambiado y con ellos nosotros nos hemos tenido que aclimatar, quizá los niños sean diferentes, quizá no tienen el mismo tipo de conciencia que teníamos nosotros a su edad, hay muchas cosas de las que no estoy seguro hoy en día, solo puedo estar de una cosa tranquilo... no fui yo quien arruino ese encuentro de fútbol...