lunes, 31 de marzo de 2025

XLV...

XLV



    Gracias a Dios he pasado por los 18 años, en los cuales ya me hacía un adulto, al menos en México, y me sentí con la responsabilidad y la ventaja de tener una credencial que me permitía “hacer cosas de adultos”; luego a los 21 me sentía nuevamente “adulto”, pero ahora a un nivel internacional; sobreviví a los 27 y eso me llenó de alegría, pero también entendí que no era un “rockstar”, así es que tuve que vivir con ello; a los 33 me di cuenta de que no era el “nuevo mesías”, pero me tranquilizó el saber que no sería perseguido… al menos no de la misma forma que el “original”; a los 41 me di cuenta de que podía darle un beso a un amigo y que no me definía como persona, sino reafirmo mi postura y aprendí a reírme cada quien alguien hacía mofa por ello. Hoy… a mis 45, creo que es un buen momento para definirme a mí mismo como un conjunto de experiencias que me han ayudado a vivir “bien” dentro de lo que cabe.


    Hace muchos ayeres, en uno de esos cumpleaños que celebré con mis amigos, tuve una pequeña Epifanía; me encontraba en el baño y con la consciencia un poco “dispersa”, reflexioné sobre todo lo que me rodeaba en ese pequeño lugar; todas y cada una de las cosas que estaban ahí, toallas, shampoo, jabón, cepillos de dientes y demás habían sido comprados por mis papás, no nada más con dinero, sino con su tiempo… con su vida. Así es que ello me llevó a reflexionar lo que damos por sentado y no somos 100% conscientes de ello. Así es que desde entonces comencé a valorar muchas cosas de una mejor manera…


    Siempre hay que dar gracias; ya sea a la persona que te atiende en una pequeña tienda, a la persona que te da el paso en un pasillo o a tus padres por todos los sacrificios que han hecho por ti.


    Perdona, pero nunca olvides; dicen que perdonar es olvidar, pero también te obligaría a olvidar lo que has aprendido, siempre ve al futuro, pero aprende a vivir con las consecuencias de tus actos y las de los demás.


    Dicen que eres el promedio de las personas de las que te rodeas y eso también te define, pero creo que también sería injusto con las personas que sacan una sonrisa boba de tu cara, de todas aquellas personas que te invitan a reflexionar sobre pequeños detalles que pasan desapercibidos por ti y por los falsos “intelectuales” que te “darían más”.


    Malo es malo y bueno es bueno; no importa si es un familiar, amigo o conocido, el contexto de la gente que lo hace no le da otro sentido a las cosas, es lo mismo un cholo fumando mariguana en la esquina a un intelectual que lo hace dentro de un estudio y te invita para “relajarse”.


    Aprende a diferenciar lo importante de lo urgente; hay veces que confundimos los términos y las situaciones y eso nos puede llevar a grandes consecuencias. Si bien es cierto, tanto en cuestiones personales, sociales y familiares pensamos que debemos atender todo lo urgente, pero lo importante es el bienestar que provocan tus acciones a las situaciones realmente importantes -valga la redundancia-.


    Apenas te levantes por la mañana, ve al baño y haz tus necesidades, lava tu cara con agua y con jabón, restriega con agua fría y después sacude tu nariz. Te sentirás como que te acabas de resetear después de una larga noche donde tu cuerpo se está sanando por sí solo.


    Ten un diario; ya sea escribir lo que sueñas, lo que te pasó en el día a día o para anotar las cosas que se te ocurran en momentos raros del día. La mente humana está hecha para tener ideas, no para recordarlas, así es que anota todo lo que te pasa y que el día de mañana te puede llevar a un momento Eureka.


    Ten un héroe; no necesitas que sea realmente alguien conocido o famoso, simplemente alguien a quien quizá conozcas y que saque lo mejor de ti día con día. Puede ser quien tú quieras que sea.


    Entiende que hay universos como cabezas hay en el mundo; aprende a escuchar todas y cada una de las versiones que hay en tu entorno, no todo lo sabes y no todo lo conoces, así es que ten la humildad de tratar de entender lo que la demás gente quiere decir, no lo que realmente escuchas.


    Siempre sonríe; nos han dicho que la vida le sonríe a quien sonríe en su vida, pero no es cierto. La vida es dura y no siempre tenemos la capacidad de sonreír y nos da el cambio, pero si entendemos que la felicidad se la damos nosotros a la vida, el mundo es de un mejor color porque nosotros se la damos.


    Lava tu carro y tus zapatos; aún no entiendo el porqué, pero una persona con el carro y los zapatos lavados es mejor a la vista de los demás, no tiene que ser el último de los modelos - en ambos casos-, pero la gente responde mejor a ambas cosas.


    Si sientes ganas de llorar… llora; el llanto es una emoción del alma que el cuerpo no sabe cómo interpretar y su única forma de expresarle es con lágrimas, sirve de alivio tanto para la alegría como para la pena. Ya sea una escena de una película, por algo que estás viviendo o por algo que te conmueve de tu mundo. 


    Ten un perro; ya sea de niño, de grande o de adulto mayor. No siempre son la mejor compañía, pero quizá es la que más necesitas, te enseñarán más de la vida que muchas de las cosas que pueden decirte las personas, saben de agradecimiento cada que llegas, de acompañarte en días tristes sin poder decir nada y con su simple presencia. Si es que no puedes tenerlo -porque tu edad te lo “prohibe” regálalo a tus hijos cuando seas grande, verás la gran diferencia.


    Cuida tus juguetes de niño; ya no eres niño como antes y tendrás la necesidad de “tener espacio” y quizá pienses en desacerté de ellos, pero un día los vas a necesitar porque te regresarán a un espacio, a un tiempo, a un lapso de tu vida que siempre permanecerá en tu corazón por todo lo que significó en ese pequeño momento.


    Escucha música todos los días; hay un término que se denomina “parálisis musical” y es atraparte en una etapa de tu vida, pero escucha de todo un poco, siempre hay algo nuevo que escuchar y te vas a llevar gratas sorpresas… 


    Aprende a respirar; una persona puede vivir de siete a ocho días sin alimento, cuatro a cinco días sin agua, pero sin aire sí mucho un par de minutos. Las personas que fuman para poder “evacuar” piensan que los relaja, pero es más que nada el cuerpo el que se relaja con la respiración, que es una forma de “meditar”.


    Toma muchas fotos; no necesariamente tienen que ser fotos en una cámara digital o análoga, toma fotos en tu cabeza -que tiene mejor resolución-, entiende que las mejores vivencias en tu vida se verán reflejadas en tus recuerdos de todas las cosas buenas que has vivido, pero si tienes evidencia es mucho mejor.


    Entiende que la gente habla de sus dolores; así es que aprende a diferenciar de sus traumas y de sus experiencias, la gente te dirá de cómo le ha ido en la vida, pero lo que más importa es cómo se comporta en el día a día, no siempre es lo mismo.


    Ten fe; no me refiero a la religión que profeses, sino a lo que realmente has decidido creer, en una palabra, en una acción o en una intensión. Todo lo mueve la fe, saber definirla es una gran virtud.


    Ten paciencia; aprende que el mundo moderno nos dice que tenemos que estar siempre acelerados, “vivos”, pero se nos olvida que todo proceso lleva su tiempo y que cada cosa debe de pasar a su debido tiempo y que cada cosa no se va a hacer por nuestra prisa porque así sea.


    Aprende a cambiar una llanta, no importa si eres hombre o mujer, aprende a cambiar una llanta; no sabes lo impotente que se siente depender de alguien o de algo cuando estás en medio del camino y sabes lo que debes hacer, pero no sabes cómo… recuerda que los birlos se aflojan cuando está en el piso e igual se ajustan cuando bajas el carro.


    Los familiares te tocan y los amigos los escoges; así es que hay familiares que debes dejar atrás y amigos a los que debes rescatar. No siempre la familia se queda, no siempre los amigos se deben ir y viceversa.


    Toma el café como más te guste; hay puritanos que te dirán que se toma negro y de cafetera, pero aprende de que debes tomarlo como más te guste… con azúcar, con leche o como lo prefieras, así en la vida.


    Has el ridículo; no temas a los que los demás dirán o a lo que pensarán, en unos días se les olvidará y a ti te quedará un bello recuerdo de lo que estabas viviendo en ese momento o de lo que te pasó sin querer… queriendo.


    Siempre que llegues a un lugar visualiza las rutas de escape, así también en las relaciones.


    Lava los platos que ensucies; ya sea en tu casa o en la de alguien más, procura lavar una cuchara más, un plato más, un vaso más. Recuerda que al lugar que llegues lo debes dejar mejor a como llegaste.


    Da gracias por el plato servido; recuerda que no nada más te está dando algo de comer, sino una parte de su salario, de su comida, de su esfuerzo, algo de él/ella te lo está proporcionando.


    Cuando entres a cualquier lugar, cierra la puerta al entrar y al salir, así como con las personas…


    No tengas miedo de pedir ayuda; siempre hemos pensado que el pedir ayuda es para los débiles, pero nada que ver, los fuertes son quienes se ven al espejo y reconocen sus errores y dicen que no están bien o que necesitan ayuda. Eso habla de que sabes quién eres, pero aprende a diferenciar a quien te va a escuchar y a quien hará leña del árbol caído.


    Toda decisión conlleva una pérdida; ya sea para bien o para mal, así es que escoge bien lo que deseas y entiende que las demás opciones quedan automáticamente descartadas.


    Consigue un buen colchón y una buena almohada; pasamos casi una tercera parte de nuestras vidas dormidos, así es que trata de conseguir estas dos buenas herramientas para que cargues pila para un nuevo día, todos los días.


    Decir no, también está bien; se nos dice que hay que aceptar los retos y que a cada cosa que dices que sí es una oportunidad de algo más, pero debes medir bien tanto tu potencial como el tiempo que inviertes en cada cosa a la que le dices que sí. Aplica pocas cosas y dedícales mucha atención, para que las lleves a cabo de una manera adecuada.


    Abraza cada que puedas a tus seres queridos; el peor error que cometemos es pensar que tenemos tiempo para todo y que la vida respeta un orden, pero no es así, siempre abraza a quien quieres y diles cuánto los amas.


    Lo dijo Will Smith, corre y lee; cuando estás corriendo hay una pequeña voz que te dice que debes renunciar, pero si aprendes a derrotarla, también aprenderás a no renunciar cuando las cosas se pongan difíciles; Leer es importante, han habido millones y millones de personas que han vivido antes que nosotros, así es que no hay problemas nuevos que puedas tener, así es que alguien ya escribió de cómo lo pudo solucionar en su vida y te dará la clave en la tuya… 


    Convierte tu dolor en arte; no necesariamente tiene que ser arte para los demás, sino una forma en la que sacas tus sentimientos y los plasmas en algo que hagas con pasión y con la emoción del momento; escribe, dibuja, compón, cuida tu cuerpo, sueña…


    Ve a terapia; la mayoría de nuestra generación siempre asocia la “terapia” como si necesitaras ayuda porque estás “loco”, pero la salud mental te hará bien para entender y comprender todas las cosas que te han llevado hasta donde estás para bien y para mal, pero te pueden llevar a una mejor versión de ti mismo.


    Solo da consejos a quien los pida y quiera escucharlos; la mayoría de las personas no quieren que les des una palabra, hay veces que nada más quieren tu compañía en silencio y debes ser muy cuidadoso con tus palabras cuando te las pidan, que no hablen tus dolores y tus traumas.


    Llora a tus muertos, pero celebra sus vidas; cuando lloramos, muchas veces es por egoísmo, por todo lo que dejamos de decir a esas personas, por el dolor que nos provoca no haber hecho las cosas bien. En cambio, celebra su vida y todo lo que te dejó en su breve estancia contigo a lo largo de tus años.


    Aprende a estar solo; muchas personas tienen miedo a estarlo, porque pueden empezar a escuchar sus propias voces “la sombra” según Carl Jung y no siempre es una buena compañía, pero si aprendes a escucharla quizá te hagas más fuerte de lo que ya eres.


    Sé discreto con tus planes; no todo mundo te quiere ver arriba, la mayoría quiere verte caer. Los hombres crearon a los Dioses para verlos caer. No hagas ruido cuando construyas, haz ruido cuando esté terminado tu proyecto. 


    Aprende a reírte de ti mismo; eres tu mejor compañía, así es que aprende a reírte de ti mismo, de todos tus errores y eso te hará más llevadera la vida y le dará menos herramientas a quienes intenten hacer mofa de las situaciones por las que atravieses.


    Elige ser dueño de tus silencios por encima de ser esclavo de tus palabras; dicen que por eso -Dios, en su infinita sabiduría-, te dio dos oídos, para que escuches más de lo que hablas y dos ojos, para que veas más de lo que sientas que debes decir.


    Honor, lealtad y justicia; esto lo aprendí muy pequeño (jajaja más o menos) de los Thundercats, son principios básicos que no todo mundo sabe valorar, sin embargo son una buena brújula si te conduces bajo esos principios.


    Eres único y especial, al mismo tiempo, no eres muy diferente a los otros; así es que tu diferencia radica en cómo te conduzcas en la vida, no todos ven las cosas como tú y también hay a quienes les puedas aprender, así es que aprende a conducirte bajo tus propios principios, siempre y cuando no dañes a nadie en el proceso.


    Solo se vive una vez, pero si haces bien, una vida es suficiente… Soy un hombre único y especial; bendecido por Dios por todo lo que me ha sido dado, bueno y malo, con sus lágrimas y risas, pero sobre todo… soy entre muchos hombres, una persona afortunada…